El último partido de Liga no ha dejado buen sabor de boca entre los jugadores de Pep Guardiola. Un Sevilla con unos objetivos bien marcados y llevados correctamente a la práctica impidió que el Fútbol Club Barcelona consiguiera los tres puntos en casa el pasado sábado. Y no fue por falta de tiros, porque la suerte (con permiso de un gran Javi Varas) no permitió que entrara ninguno de los 22 disparos contra la portería del equipo visitante.
Aún así, los azulgrana no pararon de realizar su toque habitual, continuaron creando constantemente peligro y jugadas perfectamente conectadas, aunque con poca efectividad; el Barça jugó como siempre pero puntuó como -casi- nunca.
A medida que iban pasando los minutos, los nervios se iban evidenciando en algunos de los jugadores de Guardiola, especialmente en uno de ellos. Para Leo Messi era más que necesario el acierto, el gol que no llegaba, ni siquiera tras el descanso. Durante la segunda parte fueron notables algunos pases incompletos del argentino, quien intentaba con todas sus fuerzas irse de toda la defensa sevillista y llegar a meta, pero sus desmarques no encontraron el triunfo.
Toda la presión acumulada durante el partido tuvo como consecuencia el fallo del primer penalti que le pitaban en la presente temporada al F.C. Barcelona. Lo lanzó el mejor jugador del equipo (para muchos, del mundo) pero no entró. Javi Varas consiguió pararlo sin complicaciones y Messi comprobó que es humano, que él también puede fallar.
Este acontecimiento tan poco habitual (pues Messi tan sólo ha fallado dos penaltis en Liga) ha despertado opiniones sobre el principio de la decadencia de la maravillosa carrera de Leo; hay quienes afirman incluso que éste es el principio del fin, pero todavía es muy pronto para sentenciar algo así.
De momento, la realidad es que el Fútbol Club Barcelona sigue manteniéndose entre los tres primeros puestos de la clasificación y que Messi sigue siendo el mismo de siempre. La afición del Camp Nou así lo siente, pues no dejó de corear "Messi, Messi" como gritos de apoyo hacia su jugador estrella tras el lanzamiento del fallado penalti.
Hoy Leo tendrá una nueva oportunidad para reivindicar ante el Granada que lo del sábado fue "parte del juego", como el propio Pep Guardiola ha afirmado en rueda de prensa, y que su carrera todavía se encuentra en lo más alto.
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