Villa no está atravesando su mejor momento en el Barcelona. El pasado lunes fue suplente en el partido frente al Villarreal, una situación absolutamente inhabitual en el delantero azulgrana. Comenzó muy bien esta campaña, con un golazo en el Bernabéu frente al Madrid, pero a partir de ese momento no ha tenido fortuna. Guardiola decidió sentarle en el primer partido de Liga.
Lo de Pep con Villa tiene su miga. El técnico siempre le defiende públicamente. Lo ha hecho en los primeros compases de temporada al igual que lo hizo la campaña anterior cuando en algunos momentos el Guaje no estuvo afortunado de cara a puerta.
El técnico siempre le defiende públicamente. Lo ha hecho en los primeros compases de temporada al igual que lo hizo la campaña anterior
Sin embargo, Villa es casi siempre uno de los cambios. El asturiano ha sido sustituido en 31 partidos oficiales del Barcelona. Una cifra elevadísima para todo un campeón del mundo. Cuando el asistente levanta la pizarra, Villa ya sabe que tiene todas las papeletas para que el número que aparezca sea el 7.
De hecho, Villa solamente ha jugado 17 partidos completos en este año largo que lleva en el Barcelona. En total ha disputado 56 partidos, 52 la pasada campaña y 4 ésta. O sea, solamente juega entero uno de cada tres partidos.
A Villa siempre se le ha medido por sus goles, pero eso sería muy injusto con el asturiano. La pasada campaña metió 23, una cifra que no está mal para un delantero. Pero hizo mucho más. Dio muchas asistencias, creó espacios con su juego y se asoció perfectamente con Leo Messi, que fue el máximo goleador del equipo. Y si marcó más de 50 goles, Villa fue uno de los responsables de este éxito.
Pero esta temporada la situación ha cambiado. Pep ha buscado mayor competencia en la plantilla. O más bien habría que concretar en el centro del campo y en la delantera. Lo del centro del campo va a dar mucho que hablar esta temporada. Guardiola tiene siete centrocampistas y no le queda otra que buscar soluciones imaginativas.
La prueba estuvo el pasado lunes. Alineó a seis centrocampistas de sopetón. Cambió el sistema para que hubiera cuatro puestos en la medular y a otros dos los colocó en la defensa. No será la última vez. Pep piensa jugar más partidos con un 3-4-3 y tanto Mascherano como Busquets harán de defensas.
La competencia también está en la delantera. La pasada campaña el cambio en la línea ofensiva era Bojan Krkic, pero el canterano no estaba en su mejor momento y no mejoraba la aportación de los otros delanteros.
LA LLEGADA DE ALEXIS
Sin embargo, Bojan se ha ido a la Roma y en su lugar ha llegado Alexis Sánchez. El chileno ha sorprendido en este comienzo de temporada. Es rápido, veloz y el lunes marcó su primer gol con el Barcelona. Es una competencia más dura para Villa. Y, además, Cesc se ha mostrado como el socio perfecto para Messi.
Villa sigue teniendo toda la confianza de Guardiola, pero el técnico no se casa con nadie y no le tiembla el pulso para dejar en el banquillo al que considera que no está en su mejor momento. El lunes lo demostró.
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