El entrenador del Barcelona, Pep Guardiola, ha restado importancia al debate sobre su continuidad en el banquillo azulgrana y ha recordado que cuando deje de ser el técnico azulgrana "vendrá otro" porque "un club no dejará de ser fuerte porque un jugador o un entrenador se vaya".
Abrumado el día después por los elogios tras haber recibido la medalla de honor del Parlament de Cataluña, especialmente tras el discurso que realizó en el que emplazaba a Cataluña a trabajar para ser más competitivos, Guardiola ha dicho que su pretensión no era levantar la moral del país.
"No era mi pretensión, solo fue una reflexión porque pienso que sólo las personas pueden variar la situación. La única forma es trabajar un poco más, porque todo parte de nosotros y de hacer las cosas bien", ha insistido.
Guardiola ha agradecido al presidente del club, Sandro Rosell, su deseo para que renueve el contrato con el Barça (finaliza el 30 de junio de 2012), aunque cree que el dirigente "tiene retos más importantes" que no dependan de nadie en particular.
"La fuerza es que somos un equipo, somos fuertes si no dependes de una persona. Estoy encantando de seguir aquí, pero cuando Pep no esté, vendrá otro. Cambian los jugadores, los presidentes, también los entrenadores, no tengo una presión añadida", ha insistido.
Guardiola ha pedido al barcelonismo que no pierda "la percepción del tiempo" y ha recordado que el club "ha subsistido a malas épocas", por lo que lo más importante es que el Barça "siga respetando una cierta idea de hacer las cosas".
"El hecho de que hoy haya ganado, no significa que mañana vayamos a ganar. Esto sigue, este club no depende del entrenador, de mí en este caso, sino de las juntas directivas, de los jugadores, de sus aficionados... No estoy preocupado, un club no dejará de ser fuerte porque un jugador o un entrenador se vaya", ha insistido.
Preguntado sobre la buena acogida que tiene su discurso entre la clase política, Guardiola ha explicado que "sólo es un entrenador" y que no tiene ninguna vocación política.
"No serviría, el fútbol es un ámbito especial, como el periodismo o la política. Los entrenadores del mundo tenemos esta pasión por nuestro trabajo. ¿Por qué yo soy mejor que otros? Por estos jugadores. Estoy orgulloso de ser contemporáneo de mis jugadores, esto es lo que me vale", ha dicho.
Guardiola ha comentado que no tiene la percepción de que cuando su equipo no gane, los aficionados pedirán su marcha, aunque ha admitido que todo el mundo sabe cómo funcionan las leyes del fútbol.
"No me preocupa. Si no encontrara el remedio (en el caso de que el equipo no fuera bien), daré un paso hacia el lado, pero el fútbol siempre ha sido así, con sus pasiones y sus emociones", ha dicho.
El técnico del Barcelona admite que intenta "no perder la perspectiva" ni sentirse abrumado por las muestras de reconocimiento.
"Todas estas cosas no se prevén, pasan, se aceptan con orgullo y gratitud y ya está. No es cuestión de darle más vueltas", ha recalcado.
Por ello, Guardiola asegura no tener "muchas pretensiones" en el futuro. "No hice una carrera (futbolística) para que me dieran una medalla ni tampoco para recibir los premios que tengo. Hago mi trabajo lo mejor que puedo e intento que la gente que me rodea esté contenta conmigo y hacer bien las cosas. Sólo así las cosas pueden salir bien", ha indicado.
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