Un brillante partido de Karim Benzema, con doblete y buenas acciones asociativas en cada balón que tocó, mantiene líder al Real Madrid, que aprovechó el pinchazo del Barcelona en Anoeta, y derrotó 4-2 a un buen Getafe que mantuvo el tipo pese a sus bajas.
La Liga bipolar no es tan desigual si los equipos en teoría pequeños son valientes. La Real Sociedad demostró que en una Liga tan dispar no hay espacio para el exceso de confianza. El Getafe lo corroboró. El Real Madrid vio el pinchazo de su gran rival, el Barcelona, y a sus ganas de seguir en lo más alto de la clasificación le añadió la posibilidad de abrir diferencia de puntos a las primeras de cambio. Trabajó su triunfo.
Se perfila un Real Madrid con detalles más ofensivos que la pasada temporada. Mourinho retoca su dibujo y ante la lesión de Sami Khedira, la entrada de Coentrao y su verticalidad ayuda a incrementar el ritmo de un fútbol vertiginoso. En La Romareda lo mantuvo y vapuleó a su rival. Ante el Getafe tuvo que exigirse más.
Y eso que comenzó creando ocasiones. Sacando partido de las bajas defensivas de un Getafe en el que Miguel Torres tuvo que pasar al centro de la defensa y sufrir la inspiración de Benzema. El francés abría el marcador con precisión de jugador fino en el remate.
Cristiano Ronaldo estaba rematador pero poco participativo en el juego. Un zurdazo cruzado y un testarazo tras salto de los que recuerdan a Carlos Santillana a los veteranos de la grada del Bernabéu, fueron sus apariciones en el primer acto ante Moyá. El portero estuvo seguro ante dos ocasiones de Di María y una de Özil, pero nada pudo hacer con Benzema.
El fútbol del Real Madrid pasa a otra dimensión cuando el balón pasa por Özil. Es el heredero de Guti en cuanto a imaginación en el pase. En él nació la acción del primer gol que culminó con asistencia a Benzema. Zurdazo a la escuadra. El equipo de 'Mou' encontraba su premio.
Pero se durmió tras un disparo a las nubes de Sergio Ramos. El rechace de un córner le cayó en el punto de penalti. Buscó potencia antes que colocación y perdonó. El Getafe se mantenía en pie y se acercaba su momento. Sacó las garras más con lucha de Lacen que con calidad de Sarabia. En el escenario de sus sueños, el canterano blanco no sacó a relucir su calidad.
Con el ritmo de partido bajo Lacen avisó con un disparo desde la frontal que detuvo Casillas y un centro de Pedro Rios se estrelló en el poste tras rebotar en Marcelo. Miku igualaba el partido. Coentrao se quedó enganchado, no tiró el fuera de juego, y el venezolano definió a la perfección ante Iker a seis minutos del descanso.
Salió atropellado el Real Madrid en la reanudación. Quiso sentenciar con excesiva rapidez y acabó dejando espacios por la gran distancia entre líneas. El balón pasaba más por Coentrao que por Xabi Alonso. Mala señal. Casillas no podía dormirse. Sacó de puños un disparo de Pedro Ríos y otro de Miku.
El Real Madrid metía la quinta y la afición entera se llevaba las manos a la cabeza. Primero ante la chilena de Cristiano que repelió el poste. Sin tiempo a bajarlas por ver fallar lo imposible a Coentrao. Con todo a su favor en el rechace, tocó de interior el esférico y lo mandó fuera.
El duelo comenzó a caer de lado madridista por una acción que traerá polémica. Cristiano fue derribado por el 'Cata' al borde del área. Clos Gómez señaló penalti y el portugués no lo desaprovechó. No se iba a conformar el Getafe con una derrota por la mínima. Fue por su rival y recibió el castigo.
Es probablemente el Real Madrid uno de los mejores contragolpeadores del mundo. En una acción de segundos, el balón llegó desde su área a Cristiano que inventó un pase brillante. Pegado a la banda izquierda, raso y potente se la puso al pie de Benzema. En carrera, el francés no perdonó.
Restaban 21 minutos para el final y lo que parecía la sentencia no lo fue por una acción de un campeón de Europa que está de vuelta. Dani Guiza creó la ocasión que no perdonó el venezolano Miku. Doblete en el Bernabéu y un poco de oxígeno a su equipo.
No fue suficiente. Los cambios ofensivos de Luis García los contrarrestó Mourinho. Kaká salió enchufadísimo, más rápido que nunca. Y Gonzalo Higuaín aprovechó sus escasos catorce minutos para cerrar el marcador. Es un luchador nato. Vio como el público despidió en pie la transformación de Benzema. A él tampoco se le ha olvidado marcar. De la lucha del 9 saca beneficio un equipo que es más líder de Primera.
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