Pocos somalís se atrevieron a desafiar la prohibición de las milicias islamistas y celebraron ayer en las calles de la capital, Mogadiscio, la victoria del Barcelona frente al Manchester United en la Liga de Campeones.
Ver acontecimientos deportivos está considerado un crimen que puede pagarse con la vida si los aficionados son sorprendidos por las milicias de Al Shabab, la rama somalí de Al Qaeda, que controla amplias zonas de la capital y el sur del país. Los seguidores se dieron modos para seguir las incidencias del partido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario