La UEFA desestimó el lunes denuncias de que Sergio Busquets había ofendido al defensor de Real Madrid Marcelo con un comentario racista y despejó el camino para que el volante del Barcelona pueda jugar la final de la Liga de Campeones ante el Manchester United.
Busquets hubiera podido ser suspendido por cinco partidos si se determinaba que había incurrido en esa falta.
El presidente de la comisión disciplinaria de la UEFA Thomas Partl, no obstante, dijo en un comunicado que en la reunión sostenida por ese cuerpo el domingo "no hubo pruebas convincentes".
Marcelo, quien es de raza negra, había dicho que Busquets le gritó "mono" durante el partido de ida de las semifinales, el 27 de abril, que Barcelona ganó 2-0.
De este modo, Busquets podrá jugar en la final del 28 de mayo en Wembley.
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