Dos años después, Barcelona y Manchester United, dos de los notables del concierto europeo, se vuelven a citar en la final de la Liga de Campeones, un partido plagado de simbolismo para ambos que se juega en Wembley, en la casa del fútbol, allí donde culés y 'red devils' conquistaron su primer gran cetro continental.
Se vieron las caras en 2009, cuando los de Pep Guardiola ganaron con suficiencia (2-0), y volverán a estar frente a frente hoy. El Barça y el ManU lucharán por su cuarta Copa Europa y por subir un peldaño más en el escalafón europeo para igualar con el Bayern de Múnich y Ajax de Amsterdam, poseedores de un póquer de Copas de Europa.
Para el ManU y para el Barça, ganar hoyen Wembley sería la guinda del gran pastel de la temporada. Triunfadores de las dos Ligas con más prestigio en Europa, ingleses y españoles tienen ante sí el reto final.
Ganando o perdiendo, el Barcelona ha demostrado que está inmerso en una ola triunfal, en un ciclo victorioso. Mirando hacia atrás, su hoja de servicios en Europa demuestra que está en su mejor momento.
Campeón en 2006 y en 2009, semifinalista en 2008 y en 2010 y finalista en la presente edición. Nunca, un equipo históricamente ciclotímico, como ha sido el Barça, ha presentado estos números, por lo que parece que, por una vez, no tendrá mañana la angustiante tensión de salir al campo con el peso de la responsabilidad absoluta de ganar.
Llegan los azulgranas con todo su equipo disponible en el momento decisivo. Recuperado Eric Abidal, después de que le se extirpara un tumor en el hígado, y también Carles Puyol, aquejado de continuas molestias en la rodilla que le dejaron sin jugar durante tres meses, si Guardiola quiere puede alinear mañana a su equipo titular.
Llega el Barça con el recuerdo de la primera Copa de Europa levantada en el antiguo Wembley. Allí estuvieron en el equipo Andoni Zubizarreta, Josep Guardiola y Carlos Busquets, pero sobre todo, allí nació el germen del 'dream team' de Johan Cruyff, esa espiral ganadora que les llevó a sacarse de encima el estigma de equipo perdedor.
Hoy en Wembley será el Barça del presente el que intente superar, si es que no lo ha conseguido ya, al célebre equipo dirigido por Cruyff desde el banquillo.
Enfrente el Manchester United, que también conquistó su primera Copa de Europa en el viejo Wembley -fue en 1968 entrenado por Matt Busby, liderado por Bobby Charlton y el que destacó George Best- jugará pensando en lo ocurrido hace dos años en Roma.
En la ciudad eterna, salvo los primeros diez minutos en los que un explosivo Cristiano Ronaldo llevó en jaque a la defensa barcelonista, los 'red devils' sucumbieron ante el juego de toque de los azulgrana.
El equipo de Alex Ferguson perdió el partido en el centro del campo, donde el Barça no le dio ni una opción. Para hoy, el técnico del ManU parece haber tomado nota y es muy probable que intente colapsar a los azulgranas en la medular para contrarrestar su superioridad técnica.
Es el momento de la verdad, la posibilidad de conquistar la cuarta Copa de Europa para ambos equipos, la casualidad de cerrar un círculo iniciado hace unos cuantos años en Wembley.
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