José Mourinho, técnico del Real Madrid, dio la jornada de descanso a sus jugadores tras la eliminación en las semifinales de la Liga de Campeones ante el FC Barcelona y los volverá a reunir hoy, a partir de las 11 horas en una sesión a puerta cerrada.
Será el momento de la reflexión. Porque tanto el club como la plantilla afrontan ahora el final de la semana con dos frentes abiertos: Uno, la decisión de la Comisión de Disciplina de la UEFA, que fallará el próximo viernes sobre las polémicas declaraciones de Mourinho tras el partido de ida, y la sanción sufrirá Pepe por su expulsión ante el FC Barcelona.
En segundo lugar, el equipo no para y ultimará ya su desplazamiento a Sevilla para jugar el sábado a las 22 horas en el estadio Sánchez Pizjuán correspondiente a la jornada 35.
El vuelo de regreso a Madrid en la madrugada de ayer fue de total indignación con el colegiado belga Frank de Bleeckere. La acción que dio lugar al gol de Higuaín y en la que el árbitro pitó falta previamente de Mascherano a Cristiano Ronaldo fue el denominador común de todas las conversaciones del equipo.
Además del enfado con el colegiado, el capitán del Real Madrid, por ejemplo, también se acordó del partido de ida. "Si no nos hubiéramos quedado con uno menos podríamos haber empatado a cero y con el 1-1, estaríamos clasificados", señaló Iker, quien insistió de nuevo que "el equipo ha dado la cara y, con su forma de jugar, no ha tenido complejos frente al Barcelona". "Se te queda el recuerdo del partido en casa. No nos vamos a quejar más porque cualquier cosa que digamos puede ser utilizada en nuestra contra. Las imágenes están ahí y cada uno sacará sus conclusiones. Lo que está claro es que nosotros nos podemos ir tranquilos y con la cabeza alta porque hemos defendido este escudo y a este club. El gol anulado ha sido otra más. Como siempre".?
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