La ciudad de Barcelona, que unas horas antes se había maquillado de banderas blaugranas que salían del Camp Nou, ya reposaba bien entrada la noche española. La tapa de Olé , en versión culé, rebotaba entre las computadoras catalanas que se tomaban un instante más para disfrutar la obra de Lionel Messi por Internet. Hasta él, el superhéroe rosarino que se había convertido en el máximo goleador de la historia de su club, sonreía orgulloso de verse en la portada de nuestro periódico mientras paseaba su dedo por una pantalla táctil. En ese instante, aún con las imágenes muy frescas del triplete contra el Granada, Leo se tomó unos minutos para atender un llamado de su tierra antes de cerrar un día histórico para el fútbol mundial. “¿Mi mejor gol? No sé... Recién terminó el partido, el primero que hice en el Barcelona, como el último, como otros tantos, son todos importantes para mí”, contó la “Pulga”.
Hizo toda clase de goles. A los 24 años, Messi es el máximo killer de la historia del barcelonismo. De los 234 gritos, 114 los marcó de primera y para 53 tantos necesitó apenas dos toques. A pesar de su 1,69 metros de altura, se las ingenió para anotar 10 de cabeza, como el inolvidable gol al Manchester United en la final de la Champions League 2009. Uno -contra el Espanyol- fue con la mano. Otro, ante Estudiantes en el Mundial de Clubes, lo rubricó con el pecho. Y 20 de sus gritos fueron de vaselina, con el patentado estilo “Picasso”. Con ese recurso hizo su primer gol en el Barsa, hace casi siete años. Y casualidades del fútbol, de la misma manera superó el récord de César Rodríguez... “¿La verdad? Estoy muy contento. Es que nunca soñé con ser el máximo goleador de la historia del Barcelona”, reconoció ante Olé con sencillez.
Es un ícono. Ajeno a la locura que generó la Messimanía, Lionel -calmo y terrenal- compartió su felicidad junto a sus compañeros y el cuerpo técnico (lleva 192 tantos desde el inicio de la era Guardiola) en la intimidad del vestuario del Barsa. Y entre saludo y abrazo, recordó interiormente alguno de sus goles. Le contaron que el 80,3% los hizo con la pierna izquierda, a partir de esa primera definición exquisita -tras asistencia de Ronaldinho- ante el Albacete, el 1° de mayo del 2005. Leo tenía 17 años, 10 meses y 7 días, y se convirtió en el jugador más joven en marcar un gol en Liga para el Barsa. Hoy, el escenario es totalmente diferente. A los 24, es un ícono del fútbol mundial.
Agradecido con el Barsa. “Siempre quise devolverle al Barcelona todo lo que me dio. Es un orgullo formar parte de la historia del club... No hubiese conseguido esto sin la ayuda de mis compañeros”, explicó entre mesurado y agradecido por la institución que lo cobijó cuando emigró a Cataluña en búsqueda de un porvenir para él y su familia.
Más datos
Lo que dijo Aimar. “Es muy bueno que el mejor jugador del mundo sea un tipo normal”
Cifra única. Leo Messi ha alcanzado una cifra única. Ningún jugador en la historia del Barcelona ha fusilado las porterías rivales más veces que él. El récord de 232 goles logrado por César Rodríguez en los años 40 y 50 ha caducado. El menudo argentino tiene solo 24 años y ya lleva 234, números de veterano y con todo el futuro por delante.
Un hito El partido entre el Barcelona y el Granada pasará a la historia como el escenario de un hito
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