Pep Guardiola sigue viendo la botella media vacía. Los cuatro puntos recortados al Real Madrid en apenas una semana no han servido para cambiar la opinión del técnico azulgrana respecto al desenlace de la Liga. Para el técnico culé, "seis puntos siguen siendo muchísimos".
Algo sí ha mejorado su estado de ánimo. Admite que están mejor que hace siete días, y reconoce que se alegró por el empate del Madrid en Villarreal. Asegura que no vio el partido, y por eso no quiso entrar a valorar la actuación de Paradas Romero. Sí dijo, eso sí, que la ventaja del equipo blanco en Liga se debe a aspectos puramente deportivos".
El técnico azulgrana tampoco quiso entrar en la ley del silencio autoimpuesta en la plantilla y el cuerpo técnico del Real Madrid: "No quiero que me den lecciones y tampoco quiero darlas yo a los demás. Yo hablo aquí pero no concedo entrevistas, y eso no significa que sea mejor ni peor que nadie. Cada uno puede hacer lo que quiera".
"Toda esta guerra psicológica termina cuando el árbitro pita y empieza el partido. Los jugadores se mueven y ven qué hay que hacer para ganar al rival. Ese es el único camino", ha añadido Guardiola sobre la situación fuera de los campos.
Cuestionado sobre por qué no vio el partido del Madrigal, ha tirado de ironía: "La gente tiene familia e hijos. A veces ve películas con ellos, va al cine, tiene otras cosas que hacer... ¡A veces pasan estas cosas! He visto muchos partidos del Madrid, pero este en concreto no. No porque pensara que iban a ganar o no. Vi el reportaje y los goles después".
El técnico ha negado que la Liga se pueda ganar con comodidad: "Los finales de Liga siempre son muy igualados, una de ellas la ganamos a una jornada, otra a tres... También como jugador viví varias que ganamos en la última jornada. Es verdad que este año es la primera vez que vamos detrás, pero vamos a intentar ser constantes partido a partido".
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