“Guardiola puso muchas condiciones a (Sandro) Rosell para renovar —cuando dirigía al Barza—. Entre ellas estaba vender a cuatro jugadores: Alves, Piqué , Cesc y David Villa”, dijo el agente de jugadores François Gallardo (de Terry, entre ellos) en declaraciones a Intereconomía. “Pep no veía comprometidos a Fábregas, Gerard y Dani, mientras que las razones para que se marchara Villa eran deportivas”, dijo. Y añadió: “Guardiola se sintió especialmente defraudado con Cesc como persona, puesto que él pidió su fichaje y luego le tendió la mano, Fábregas le falló”.
A pesar de sus exigencias, Rosell no aceptó las condiciones de Guardiola: Al pasar la lista a la presidencia le dijeron que ni hablar. Sandro sabía que esos jugadores eran intocables porque la afición no aceptaría que los vendiesen”.
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