l contragolpe, la pegada y los goles de Neymar sentenciaron el pase del Barcelona a las semifinales de la Copa del Rey y apagaron la ambición y la remontada del Atlético de Madrid, por dos veces por delante en el marcador, en un primer tiempo vibrante, espectacular, con cinco tantos y polémica (2-3).
Todo en 45 minutos de alto voltaje, que engrandecen el torneo con más historia del fútbol español por la fuerza, la emoción y el carácter que ambos equipos desplegaron hasta el intermedio; un intercambio de golpes del que salió vencedor el equipo azulgrana, eficaz en momentos decisivos cuando su rival apuntaba a remontada. También le acompañó la fortuna en el 2-2 del brasileño Miranda en propia puerta superada la media hora y con 2-1 en el marcador; el principio del fin para el Atlético, que protestó un penalti en el contragolpe que originó el 2-3 y que perdió en el descanso a Gabi, expulsado en el túnel de vestuarios antes de la insustancial segunda parte, un mero trámite para el Barcelona rumbo a las semifinales.
Una novedad, seguro con intención, para un reto enorme, agitado de inmediato, desde antes de los 40 segundos, cuando un despeje del brasileño Siqueira le llegó a Fernando Torres. El ‘19’ la controló, trazó un fenomenal recorte a Mascherano y alojó un estupendo derechazo junto al poste, fuera del alcance del alemán Ter Stegen.
Era el 1-0 antes del primer minuto, eliminatoria equilibrada, el mejor comienzo imaginado para el Atlético y el peor para el Barcelona hasta la irrupción de Messi, Luis Suárez y Neymar, sus infinitas cualidades y su imparable desborde. Del argentino surgió la jugada, del uruguayo el pase definitivo y del brasileño el gol (1-1, m. 10). Un formidable contragolpe resuelto con astucia por Neymar, inalcanzable para Juanfran, y que devolvió todo a los parámetros iniciales, pero en un duelo de tremenda intensidad. Nadie se guardó nada ni en ataque ni en defensa, con el ingenio y la rapidez arriba del Barça y un Atlético a toda velocidad en sus ofensivas. Porque, en cuatro minutos, entre el 38 y el 42, fulminó el duelo con dos golpes demoledores, el 2-2 en propia puerta del brasileño Joao Miranda en un saque de esquina y el 2-3 de Neymar, que culminó una acción iniciada por Messi y asistida por Jordi Alba, en el contragolpe posterior a una mano del lateral dentro de su área. Ya no hubo duda de su clasificación. Lo asumió el Atlético, con cambios con vistas ya al duelo del sábado en Eibar (Saúl por Griezmann, Gámez por Juanfran y el debutante Cani, protagonista de una volea preciosa, por Arda), y no sintió riesgos el Barcelona, en semifinales de la Copa al ritmo de su incontestable pegada arriba.
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