El delantero del FC Barcelona Lionel Messi, vigente poseedor del FIFA Balón de Oro 2010, ha sido designado este jueves como primer ganador del premio que otorga la UEFA al Mejor Jugador de Europa de la pasada temporada gracias a su papel clave en la consecución de la Liga de Campeones en Wembley (Londres) ante el Manchester United.
Messi se impuso en la votación, llevada a cabo por 53 periodistas deportivos europeos, a los otros dos finalistas, su compañero de equipo Xavi Hernández y el delantero portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo, autor de 53 goles en el curso pasado.
"¿Marcar en partidos clave? Tengo la suerte de tener grandísimos jugadores al lado mio y eso me da la oportunidad de tener muchas oportunidades y a veces me toca a mi y otras, a otro compañero. La motivación es querer hacer más historia con el FC Barcelona", dijo Messi durante la Gala celebrada en el Fórum Grimaldi.
"Quiero agradecer a la gente que me votó y compartirlo con mis compañeros. Gracias a ellos estamos aquí", apuntó el Mejor Jugador del Mundo de 2010 tras recibir el trofeo de manos del presidente de la UEFA, Michel Platini.
El '10' da un paso más en su particular carrera para ser considerado el mejor jugador de la historia al conseguir este trofeo individual de nueva creación, que sustituye al de Mejor Jugador del Año, y sumarlo a los dos 'Balones de Oro' que ya posee como máximo reconocimiento individual.
Los inicios del astro argentino no fueron nada sencillos, pues un problema hormonal afectó a su crecimiento y a punto estuvo de truncar su ahora brillante carrera futbolística. Fue el FC Barcelona quien vio en él un gran futuro y apostó por aquel 'loco bajito', 'La Pulga' como le puso su primer entrenador en el Potrero, que ahora brilla con más quilates que nadie en el fútbol actual.
Sin embargo, el tratamiento recibido anuló el problema de aquel niño que no se arrugaba ante chicos mayores y que, con la formación en La Masia del club blaugrana, primero, y la experiencia adquirida en todas las categorías del club hasta debutar con el primer equipo, después, han hecho de Messi un jugador 'de oro'.
Aúna velocidad, desequilibrio y gol, sus características más fuertes y que en muchas ocasiones pone en juego a la vez para conseguir goles estratosféricos, como el conseguido ante el Getafe, en Copa del Rey (2007), en el que emuló a su ídolo Diego Armando Maradona y su gol ante Inglaterra. Su rapidez y fortaleza, pese a los 169 centímetros de estatura, hace que sea muy complicado derribarle una vez inicia la carrera.
Messi había desbordado principalmente llegando desde la banda, pero tras un reordenamiento táctico de Josep Guardiola en su segundo año, ha demostrado que como falso nueve es igual de efectivo, quizá incluso más letal. Tras éste nuevo título, al 'crack' argentino le vuelve a faltar únicamente conseguir con la albiceleste el cetro de campeón del mundo.
Sin duda, el hecho de coincidir con grandes futbolistas en el Barcelona ha contribuido a que con el tiempo se haya convertido también en un buen asistente, siendo más completo como jugador. Ya sea en la banda o en la punta del ataque, es un problema constante para las defensas rivales por su movilidad y agilidad con o sin balón.
Su primer gol como blaugrana llegó en 2005, el 1 de mayo y contra el Albacete, cuando se convirtió en el jugador más joven de la historia del Barcelona en marcar en un encuentro de Liga. En cuanto a su debut, fue ni más ni menos que en un derbi catalán contra el Espanyol, el 16 de octubre de 2004, que acabó con victoria blaugrana.
La temporada 2005-06 fue la de su explosión como jugador del primer equipo, después de un gran debut en el trofeo Joan Gamper contra la Juventus. Se exhibió en campos como el Santiago Bernabéu, en un partido que acabó 0-3, o Stamford Bridge, en los octavos de final de la Liga de Campeones contra el Chelsea. Una lesión muscular le dejó fuera en el tramo final de la competición. Messi jugó un total de 17 partidos de Liga, 6 partidos en la Liga de Campeones y 2 en la Copa del Rey, donde marcó 8 goles.
A partir de aquí, la evolución del argentino fue meteórica, aumentando su protagonismo temporada tras temporada, así como su número de goles y asistencias. Estuvo a la sombra de grandes jugadores, sobre todo de Ronaldinho, pero con la marcha del brasileño al Milan por su pobre rendimiento, su amigo Messi fue quien cogió las riendas del equipo y lo volvió a llevar hasta la senda del triunfo.
De hecho, ya forma parte de la historia blaugrana, pues el 1 de febrero de 2009 fue el autor del gol número 5.000 en Liga para el FC Barcelona, tanto anotado con su pierna menos buena (la derecha) en el estadio de El Sardinero frente al Racing de Santander.
Tiene todavía mucho tiempo para seguir demostrando sus cualidades y seguir sumando títulos, tanto a nivel individual como colectivo, para seguir la estela de las leyendas del fútbol. Sin embargo, su actitud le permite no obsesionarse en estos aspectos y seguir jugando al cien por cien en cada partido, a pesar de quedarle poco por conseguir.
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