Como el hijo que se marchó fuera de casa para estudiar en el extranjero durante unos años, Cesc vuelve ahora al que es su hogar después de triunfar fuera de nuestras fronteras. El de Arenys de Mar retorna al lugar que le vio nacer como futbolista y lo hace siendo ya un jugador hecho y derecho. El Barcelona se hace por fin con los servicios de Cesc, el hijo pródigo de la cantera azulgrana.
El proceso de vuelta a casa ha sido largo y costoso. Hace 8 años que un tal Cesc Fábregas, del que pocos habían oído hablar, hacía las maletas rumbo a Inglaterra para aprender el idioma del fútbol de la mano del Arsenal. Tenía muchos conceptos básicos bien aprendidos en la 'escuela' azulgrana, pero estar entre los mejores de la clase, los que habitaban el centro del campo del Barza por entonces, se antojaba difícil y decidió probar suerte en Londres.
Llegó con tal solo 16 años a Londres pero no tardó en hacerse un hueco en el sistema de Wenger
Su adaptación a la cultura inglesa y 'gunner' no fue sencilla. Al inconveniente del idioma se sumó el hecho de ser tan solo un crío de 16 años que vivía una dura experiencia fuera de casa y alejado de su familia. Sin embargo, la ayuda y los consejos de compañeros como Patrick Vieira o Gilberto Silva le hicieron madurar a velocidad de vértigo. A los 21 años, fue el capitán del Arsenal.
Ocho años después, Cesc vuelve a hacer la maleta que llevó en su día llena de sueños y que ahora trae repleta de reconocimientos y éxitos a escala internacional. El niño vuelve a casa y lo hace para poner en práctica todo lo aprendido en estos años de 'universidad'. Su próximo objetivo será hacerse un hueco entre decanos como Xavi o Iniesta.
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