Sigue en estado de gracia. Partido que juega, partido que intensifica su fama y notoriedad. Marca goles, da asistencias y lo pone todo sobre el césped. No importa la competición, el rival o el escenario. El mejor jugador del mundo marca la diferencia cuándo, cómo y dónde quiere. Ya suma 186 goles en competición oficial con el FC Barcelona, ha materializado 39 dobletes y ha convertido 101 tantos en el Camp Nou, por citar solo algunas de sus espectaculares cifras que está amasando desde su irrupción. Y esta temporada, de las 12 conquistas del equipo, 6 han llevado su firma y otras 4 su producción. Determinante en casi el 85 por ciento de los goles. El mejor arranque del crack argentino desde que llegara al primer equipo. Imparable...
Ajeno a las estadísticas que acumula, en Leo todo está bien. Lo inusual sería que no destacara en ningún capítulo del juego. Messi no actúa para batir récords ni para entrar en la leyenda ni para ser más que nadie. Ni para recoger más reconocimientos. Juega para divertirse, para pasarlo bien y porque tiene unos compañeros con los que, cuando se une a ellos, su talento se desborda. Y como mejor se lo pasa es participando, aportando su granito de arena, ya sea inventándose un regate (como en la final de la Supercopa de Europa para abrir el marcador) o un envío que nadie adivina para habilitar a un compañero. Lo celebra igual. Para él tiene el mismo valor. Es fútbol, lo suyo, lo que más le gusta.
Así es Messi, un �loco� de este deporte, un tipo que estaría jugando día sí y día también, aunque no hubiera puntos ni trofeos de por medio. Solo así se entiende que el rosarino siga �in crescendo�, disparado hacia una meta que nadie es capaz de otear. ¿Dónde tiene el techo la �Pulga�? Es la pregunta del millón. Y la respuesta la tiene él mismo: hasta donde quiera y a la velocidad que marque.
Cuando el barcelonismo creía que ya lo había visto todo, asoma nuevamente Messi para activar a la afición. Para darle motivos para seguir soñando. Y lo hace con esa naturalidad propia del que domina la situación y nunca tiembla por imponente que sea la empresa. El argentino, pese a que cada vez se le exige más al Barça, responde. Con goles y buen juego, sacando unos números que empequeñecen a los de otras temporadas. Promedia 1,5 goles por partido, uno cada 60 minutos. Unas cifras que se verían aumentadas si contabilizáramos el amistos (Gamper) que ha jugado, que pasarían a ser 1,6 tantos por choque, uno cada 49 minutos...
Messi ha firmado 39 dobletes como barcelonista, 9 tripletes, o �hat tricks� y 1 póker. En total, en estos 49 partidos, ha firmado 109 goles... Además, el argentino ha marcado en 126 encuentros, de los que el Barça ganó 111, empató 13 y perdió solo 2.
Y por si fuera poco, la llegada de Cesc Fàbregas le ha dado más recursos al argentino, que parece jugar con una nueva marcha cuando se asocia con el de Arenys. Ambos tienen gran complicidad sobre el terreno de juego y no han tardado nada en demostrarlo. Messi sigue revalorizándose, creciendo, dando al barcelonismo motivos para seguir de fiesta. Por eso es el número 1.
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