El Real Madrid sacó adelante, sin aspavientos, la visita del Las Palmas, convertida en trámite por la aparente fragilidad mostrada por el cuadro insular, a la espera de envites mayores, como la visita del martes del Paris Saint Germain o el viaje a Sevilla en la próxima jornada.
El conjunto de Rafael Benítez, cargado de novedades a causa de las bajas, hizo lo justo. Sin más. Le bastó con eso al Real Madrid, agitado especialmente por el entusiasmo de Jesé Rodríguez, que pide cada vez más su cuota de protagonismo.
Se muestra extramotivado el canterano. Jesé está de vuelta. El atacante isleño, la promesa más firme de las cosechas recientes de la fábrica blanca pretende hacerse un hueco. No ha desperdiciado el tiempo el delantero, que dejó atrás la lesión de ligamentos que le tuvo un año parado, un retorno irregular y algunas situaciones bajo sospecha.
Entre tanto compañero en la enfermería Jesé Rodríguez ha hecho ver a Rafa Benítez que necesita acomodo. No contó el Real Madrid ni con Gareth Bale, ni con Karim Benzema, ni con James Rodríguez.
Ausencias en la vanguardia unidas a las de Keylor Navas, Sergio Ramos o Dani Carvajal.
Poco tuvo que ver el cuadro canario con el rival peleón que visitó el estadio Vicente Calderón y el Camp Nou. Se plantó timorato sobre el césped blanco. Con las líneas muy atrás y escaso desparpajo.
Al cuarto de hora la ventaja del Real Madrid era ya de dos goles.
El primero, a los cinco minutos, por medio de Isco, que finalizó con acierto un buen pase de Jesé. Fue la primera aparición seria del canterano, que comandó el ataque tras un robo de balón de Casemiro.
Las Palmas dio un paso al frente. Pero su zaga volvió a quedar en evidencia cuando Marcelo envió un centro certero a la cabeza de Cristiano Ronaldo, que marcó el segundo.
El Las Palmas se animó a siete minutos del descanso. En un córner rematado por Hernán imparable para Casilla. Fue el primer gol encajado por el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabeu este curso. Y sin Keylor en el arco.
El conjunto isleño se encontró metido en el partido casi sin haber inquietado al Real Madrid. Tuvo esperanzas hasta que apareció Jesé. El delantero despedazó el entusiasmo amarillo y disipó la incertidumbre sin necesidad de alcanzar el intermedio. Se fabricó una acción individual dentro del área que culminó con un lanzamiento cruzado lejano a Varas. Fue el tercero.
El ritmo fue mayor en la segunda parte. Isco pudo ampliar la ventaja blanca y Casilla evitó el segundo visitante, en una falta lanzada por Willian José.
Fueron acciones aisladas, sin embargo. El choque entró en un letargo interminable con ambos equipos conformes con la situación y aplazando esfuerzos para empresas mayores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario