La intención de Mourinho es conformar un trivote inamovible en el centro del campo para reducir espacios y frenar la fluidez de juego azulgrana. Y en esta ocasión el DT hasta meditando renunciar a la presencia de un nueve nato y situar a Cristiano Ronaldo como referencia ofensiva, dando entrada a Mesut Özil a sus espaldas.
La Copa es la espina clavada en Iker Casillas. El título que le quedó por ganar a Raúl González. Explica los 18 años que el Real Madrid lleva sin conquistarla. Brillantes generaciones de futbolistas que se marcharon sin añadir el entorchado a su historial. De la actual plantilla solo Raúl Albiol la conquistó en el pasado. Y será baja en la final tras su expulsión en el primer clásico.
Su ausencia provoca movimientos defensivos. La entrada de Álvaro Arbeloa en el lateral derecho y el paso de Sergio Ramos al centro de la defensa, como pareja de Carvalho, y viendo a Pepe en la figura de medio centro destructivo, una figura que sólo había probado Mourinho en San Mamés, pero que ha pasado a ser clave en los clásicos.
Son bajas madridistas en la final Fernando Gago por lesión y 'Lass' Diarra, a quien Mourinho confiaba en recuperar pero no llega a tiempo. Y el técnico ha descartado por decisión técnica a dos jugadores poco habituales: Pedro León y Sergio Canales.
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