El técnico del Real Madrid, José Mourinho, protagonizó un curioso episodio al final del entrenamiento que sus jugadores realizaron ayer en el Estadio Olímpico de Tianjin al evitar que dos jóvenes fueran expulsados por saltar al campo.
Nueve personas aprovecharon para saltar al terreno de juego, dos de ellos fueron detenidos por las fuerzas de seguridad e iban a expulsarlos del recinto cuando el portugués intercedió y, tras ubicarles en uno de los banquillos, prosiguió con el entrenamiento con los dos testigos de excepción.
Los dos aficionados, según informa la web del club blanco, saltaron al césped para abrazar a Kaká, uno de los jugadores más aclamados de la expedición.
No hay comentarios:
Publicar un comentario