Barcelona y Real Madrid reanudan la lucha por el título de Liga este sábado con dos compromisos sobre el papel muy distintos y a 138 kilómetros de distancia, ya que el conjunto azulgrana visita al colista Córdoba en el Nuevo Arcángel y el blanco a un Sevilla lanzado en el Ramón Sánchez Pizjuán.
El equipo de Luis Enrique, que defiende dos puntos de ventaja, se las verá con el peor local y el de Carlo Ancelotti visitará al único que se mantiene invicto en casa.
Desde que cayó en el Camp Nou, el Real Madrid se impuso como objetivo no volver a fallar si quería tener opción a rivalizar con el Barcelona, que desde entonces tan solo se dejó dos puntos, precisamente, en el Ramón Sánchez Pizjuán, el único fortín que queda
en la competición. Además, tradicionalmente es un campo muy complicado para el Real Madrid, que no gana en el coliseo del barrio sevillano de Nervión desde el 17 de diciembre de 2011 (fue una goleada por 2-6), ya que en las dos siguientes visitas ha tenido que claudicar. El Sevilla de Unai Emery se presenta lanzado y crecido a esta cita y en plena lucha por la cuarta plaza que da acceso a la previa de la Liga de Campeones, así como en las semifinales de la Liga Europa. El Real Madrid se tomó el choque del miércoles ante el Almería (3-0) de transición, como reconoció Ancelotti, con menos intensidad y muchas rotaciones. Había que reservar energías para las pruebas de máxima exigencia en la capital andaluza y en Turín en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones contra el Juventus.
Es, por lo tanto, un encuentro de máxima alerta para el Real Madrid, que conocerá el resultado del Barcelona, encargado de abrir la sesión del sábado en el Nuevo Arcángel ante un desesperado Córdoba, cada vez más cerca de Segunda. Todo lo que no sea un triunfo azulgrana sería una sorpresa mayúscula.
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