Acostumbrados a competir por títulos y récords, los dos grandes de la Liga española, Real Madrid y Barcelona, que el domingo se enfrentan en el clásico liguero, se han lanzado ahora a la carrera por ser el primero en alcanzar los 1.000 millones de euros de ingresos (1.140 millones de dólares).
"Queremos ser el primer club del mundo en superar la barrera de los 1.000 millones de ingresos", lanzó el presidente 'merengue', Florentino Pérez, en septiembre ante sus socios.
Un objetivo al que también apunta su homólogo azulgrana, Josep Maria Bartomeu, quien fijó esa meta para 2021, fecha de finalización de su actual mandato.
El Barça parece haber tomado una ligera delantera con unos ingresos previstos de 960 millones para esta temporada frente a los 490 millones de hace cinco años.
A su lado, el Real Madrid ha pasado de 521 millones en 2012/2013 a una previsión de 752 para la actual campaña.
"Los dos tienen las mismas posibilidades de llegar", dice a la AFP Esteve Calzada, fundador y consejero delegado de Prime Time Sport.
"Creo que tardarán todavía algunos años, a no ser que haya un traspaso de 400 millones por un jugador", considera, por su parte, Plácido Rodríguez Guerrero, profesor de la Universidad de Oviedo e investigador en economía del deporte.
El caso de Neymar, por ejemplo, cuyo traspaso único de 222 millones de euros, parece explicar la pequeña ventaja del equipo azulgrana.
Los nuevos estadios
Pero, más allá de factores tan excepcionales, ¿qué caminos pueden tomar los clubes para llegar a los 1.000 millones
"Diría que el que primero pudiera llegar sería el primero que fuera capaz de desarrollar el proyecto del estadio nuevo antes", consideró Calzada.
Tanto Real Madrid como Barcelona afrontan a partir de 2019 unas profundas remodelaciones del Santiago Bernabéu y del Camp Nou para ampliar, principalmente, palcos y recintos comerciales.
"La renovación de los estadios actúa en dos direcciones, la asistencia al partido y las oportunidades comerciales", señala Benjamin Dennis, de la agencia de notación DBRS.
El objetivo acaba siendo incentivar al espectador, ofreciéndole una mejor experiencia, y al mismo tiempo optimizar el uso del estadio fuera de días de partido, como alquiler de instalaciones, visitas, etc...
El Camp Nou quiere crecer de 99.000 a 105.000 espectadores y también tener un techo, en una metamorfosis cifrada en unos 400 millones de euros.
El Real Madrid, que prevé mantener sus 81.000 localidades, va a pedir prestados 525 millones de euros para colocar un techo retráctil y recubrir de una 'piel' metálica al Bernabéu, con el objetivo de sacar unos 150 millones más de ingresos anuales, según Pérez.
La importancia del 'naming'
El club 'merengue' se ha visto obligado a este crédito tras no encontrar aún patrocinador que una su nombre al de Bernabéu, mientras el Barça se declara "optimista" para lograr de aquí a junio un acuerdo de 'naming' por 200 millones en total.
"El 'naming' es crítico", subraya Calzada, que estima entre 15 y 20 millones de euros los ingresos anuales potenciales por este factor, pero "hay una limitación importante que tienen los dos equipos que es que estamos hablando de una remodelación, no es como el del Atlético que es un estadio nuevo, entonces es más fácil arrancar con un nombre nuevo".
Junto a la reforma del estadio se mantienen las tradicionales líneas de ingresos por trofeos, que activan las primas y aumentan los derechos televisivos: el Barcelona cobrará de su patrocinador Rakuten un bonus de 1,5 millones de euros si gana la Liga y 5 millones si se lleva la 'Champions'.
Otro sistema puede ser fichar a estrellas que aumenten las ventas de productos derivados y faciliten las negociaciones publicitarias, como fue en su momento la política de 'galácticos' del Real Madrid.
Buscando alternativas
"A corto término, puede ser positivo tener una superestrella", dice Michael Goldberg, vicepresidente de DBRS, pero "a largo plazo no creemos que eso refuerce el crédito del club".
Pero con las tradicionales líneas de ingresos los clubes parecen tener un margen limitado.
"Al final están creciendo porque los premios de la 'Champions' han crecido, o porque los derechos de televisión han crecido", considera Calzada, para el que se necesita "un cambio de modelo radical" y apunta a las nuevas tecnologías.
"Se empieza a hablar de las 'OTT' (plataformas de retransmisión por internet como Netflix) de las Ligas", explica.
Y quedan otras alternativas como el proyecto de reforma del Mundial de Clubes de la FIFA que podría también suponer una nueva fuente de ingresos.
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