El Barcelona asaltó el liderato de La Liga Santander, recuperado ante el Sevilla de su mala racha de cuatro jornadas sin vencer, pero preocupado por la lesión de Leo Messi, que se fracturó el radio del brazo derecho y no estará en el clásico contra el Real Madrid, en el que pierde crédito su técnico, Julen Lopetegui.
El 4-2 dejó un gran duelo futbolístico que engrandece la Liga.
Fortalecido el Barça de un sábado intenso y con partidos apasionantes en la categoría de oro del fútbol español, pero temeroso del futuro por la ausencia de su gran referente. Messi, tras encarrilar con rapidez el duelo ante el líder en el parón, el Sevilla, con asistencia a Coutinho y un magnífico gol en carrera y definición ajustada al poste, estremecía al barcelonismo con sus gestos de dolor. A los 17 minutos salía mal parado de un choque con el ‘Mudo’ Vázquez. El brazo derecho del argentino cedía en una mala postura en la caída, con todo su peso encima, y las pruebas dictaminaron la fractura del radio.
Como lo hace la igualdad que reina esta temporada, en la que cualquier equipo está capacitado para sorprender a un grande.
Lo demostró el Levante con el segundo triunfo de su historia en el Santiago Bernabéu (1-2), para agudizar la crisis blanca y dejar a Lopetegui al borde del despido. Solo la cercanía del clásico le puede mantener cuando parece sentenciado. Real Madrid no encuentra respuestas a una crisis sin fin. Con la fortuna dándole la espalda, pagando caros sus errores defensivos, dos graves de Varane que aprovecharon en 13 minutos un magnífico Morales que llama a las puertas de la selección y Roger de penalti, que pusieron todo cuesta arriba.
Le sobró actitud y ganas a los jugadores madridistas y les faltó acierto. EFE
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