Una derrota o un empate del Madrid podría dar el título de la Liga española al Barcelona sin jugar, ya que se haría inalcanzable para el merengue.
El Real Madrid buscará ante el Málaga su triunfo número mil como local en Primera división, en un clima de tensión por la guerra pública desatada entre José Mourinho y varios de sus jugadores, que como consecuencia tendrá un nuevo inquilino en el banquillo, el portugués Pepe.
También será un cotejo en el que el Barcelona podría dar la vuelta olímpica como campeón sin jugar con un empate o una derrota del Madrid.
Nada más acabar el partido ante el Real Valladolid el pasado sábado, Pepe pidió la palabra y con el brazalete de capitán puesto solicitó respeto para Iker Casillas. Sus palabras contra José Mourinho han tenido una rápida respuesta. Será suplente ante el Málaga tras escuchar a su entrenador decir que Pepe está frustrado por ser suplente “de un niño de 19 años” como Raphael Varane.
El Real Madrid tiene ya en su mano el segundo puesto de Liga y cuenta los partidos hasta la final de la Copa del Rey del próximo 17 de mayo, su única oportunidad de conseguir un título si derrota al Atlético de Madrid.
Tras la eliminación europea, la atención del madridismo se traslada más a las salas de prensa, donde Mourinho no cesa de dejar jugosas declaraciones que han provocado el llamamiento de unidad del presidente Florentino Pérez, e incluso a la grada.
El pasado sábado, gran parte de la afición silbó a su técnico, que ni siquiera asomó una sola vez la cabeza por la zona técnica y se recluyó en su banquillo. Ante el Málaga se vivirá un nuevo capítulo de un enfrentamiento cada vez mayor.
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