Como si de una tradición se tratara cada 20 años el Barcelona, el club español que más ha creído en los "cracks" brasileños, se hace con los servicios del jugador más emergente de esa nacionalidad, ocurrió con Romario (1993) y con Ronaldinho (2003). La apuesta es ahora por Neymar da Silva.
Es el vigésimo quinto brasileño que se vestirá la camiseta del Barcelona desde que Fausto dos Santos y Jaguaré Becerra desembarcaron en Barcelona en los años treinta. Desde entonces, la flor y nata de los futbolistas brasileños han jugado algún día en Les Corts o en el Camp Nou.
El fichaje de Neymar da Silva empezó a fraguarse a finales de 2011. Aquel Santos-Barcelona de la final del Mundial de Clubes lo marcó todo y el empeño del presidente del club azulgrana Sandro Rosell, gran conocedor del fútbol brasileño, resultó determinante para cerrar una complicada operación.
Neymar firmará el lunes para las próximas cinco temporadas y el Barcelona está pendiente de recibir un permiso de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) para concretar el día de su presentación oficial. Brasil juega el 2 de junio un partido contra Inglaterra y todo queda a expensas de ello.
Su ficha rondará los siete millones de euros. Quedan por conocer los datos de la operación, uno muy importante es cómo queda la cuestión de los derechos de imagen, puesto que el delantero es la imagen de 15 marcas comerciales lo cual genera unos 24 millones de euros.
La propiedad del jugador, que se reparten, el Santos (55%), el grupo DIS (45) y la empresa TEISA (5), ha sido otro de los escollos ante el que ha tenido que luchar el Barça. La operación, según diferentes versiones, se situará entre los 45 y los 50 millones de euros. Futbolísticamente, Neymar es un portento. En los últimos cuatro años con el Santos ha jugado 224 partidos y ha marcado 136 goles y 65 asistencias. En la inevitable comparación con Messi, a los 21 años de cada uno, sale victorioso.
256 por 151 partidos jugados y 156 por 59 tantos marcados.
El acuerdo por el fichaje lo anunció el propio jugador en una red social y a las 3:15 de la madrugada hora española. Colgó una foto en "instagram" e informó de la decisión adoptada. Es la última de las 1492 que ha mostrado a sus casi 1.100.000 seguidores en esta aplicación.
Es Neymar el último brasileño en llegar a un equipo donde están Dani Alves, un buen amigo suyo, y Adriano Correia, quien acaba de firmar su renovación con el cuadro catalán.
Viene Neymar a recoger el testigo dejado por Ronaldinho Gaúcho, aquel maravilloso centrocampista que encontró su mejor fútbol en el Barcelona, donde encandiló con su otra manera de ofrecer espectáculo.
Eso fue en 2003. Ronaldinho, en cuyo fichaje tuvo mucho que ver Sandro Rosell, entonces vicepresidente deportivo, recuperó para el Barça el orgullo perdido y le llevó a conquistar la Liga de Campeones en 2006.
En 1993, Romario fue la apuesta por el Barcelona ‘post Wembley’, un jugador genial y que apenas permaneció un año y medio en el club azulgrana. Una estela similar la dejó Ronaldo Luiz Nazario, que en una temporada (1996-97) revolucionó el equipo, exigió un aumento de ficha y el presidente de entonces, José Luis Núñez, aceptó una oferta del Inter de Milán en una decisión muy cuestionada.
Rivaldo, Giovanni Silva, Sony Anderson... Y mucho antes Roberto Dinamita o Evaristo de Macedo. Neymar es el vigésimo quinto, seguro que no será el ú
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