Desde que llegó nada ha sido igual, ni para él ni para el equipo. Apenas un par de actuaciones rutilantes coronan los pocos meses que Neymar jr. lleva en el Barça, donde ha sido más noticia por todo lo que ha rodeado a su fichaje que por sus actuaciones en el césped.
Su deseada conexión con Leo Messi apenas ha aparecido. Su capacidad de desborde ha ido a menos, pero curiosamente el brasileño ha respondido en momentos puntuales de partidos determinantes, como por ejemplo en la ida de la Supercopa de España en el Calderón y en el clásico de la primera vuelta ante el Real Madrid.
En ambos partidos Neymar apareció y fue decisivo. Un gol en el Calderón para empatar y otro en el Camp Nou para abrir el marcador en un partido que acabó con victoria azulgrana.
Mas allá de eso, Neymar ha anotado siete goles en quince partidos de Liga. Los tres anotados en los siete partidos de la 'Champions' los concentra en un solo encuentro, ante el Celtic Glasgow.
A Neymar las cosas le fueron, más o menos bien, hasta las fiestas navideñas, después se fueron desencadenando una serie de sucesos que le han llevado al punto del bucle en el que se encuentra, que se puede interpretar como la mala racha por la que pasa cualquier delantero o por esa inercia negativa que acumula desde entonces.
Después de darle la victoria a su equipo ante el Villarreal con dos goles (2-1), Neymar vio su quinta amarilla, lo que le supuso una suspensión y la posibilidad de adelantar su viaje a Brasil para pasar las fiestas navideñas.
A la vuelta, la lesión ante el Getafe le supuso estar inactivo tres semanas, después es cuando empezaron a aparecer informaciones sobre el precio real de su traspaso, la denuncia de un socio ante la Audiencia Nacional, la imputación de Sandro Rosell y la renuncia de éste.
Mientras tanto, Neymar vive en su burbuja. No tiene continuidad en su juego, pero todo el mundo sabe que jugadores de clase mundial como él pueden cambiar esa inercia negativa en cualquier momento.
El Bernabéu y un partido grande es la principal motivación para que el brasileño vuelva a aparecer en las grandes titulares. Es el encuentro ideal en el momento oportuno para sacar de nuevo la cabeza y volverse a reivindicar.
Sabe Neymar que Martino tiene fe ciega en sus posibilidades y que aunque Pedro y Alexis estén en mejor forma que él, anoten más y tengan una mejor conexión con Messi, el técnico le va a dar una nueva oportunidad para reivindicarse.
Aparentemente Neymar no se le ve preocupado. Vive refugiado en la burbuja de 'instagram' y sabe que es un futbolista de 'playstation'.
El domingo está dispuesto a demostrar que el Barça no se equivocó con él, porque es un tipo que responde cuando la presión sube.
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