A un lado de la apuesta competitiva entre el Real Madrid y el Barcelona, Cristiano Ronaldo y Leo Messi encaran su duelo particular, un clásico enfrentamiento individual más allá de los intereses de sus respectivos equipos, donde cada quien acomete su personal lucha con la historia.
La coincidencia del luso y el argentino sobre un terreno de juego encuadra el reto permanente al que ambos se ven sometidos a lo largo del curso. Cifras imposibles y registros inalcanzables que terminan por ser presa de la voraz ambición de los dos astros.
Con el Mundial al fondo Cristiano Ronaldo y Leo Messi aceleran el paso. Tiran de sus equipos en busca de títulos que engrandezcan aún más la leyenda de trayectorias iluminadas por marcas individuales.
El portugués llega al clásico asentado como abanderado del líder. Ataviado por la condición de Balón de Oro espera el choque feliz en lo personal. Con un doblete más en su cuenta, obtenido ante el Schalke en la Liga de Campeones y erigido en el máximo anotador de la Liga y del torneo continental.
El pasado sábado elevó su cifra en la Liga a 25 dianas. El martes marcó dos de los tres goles que firmó su equipo, ante el Schalke, para elevar a 13 su renta en Champions. Ronaldo suma 41 dianas (25 en Liga, 13 en Europa y 3 en Copa). Y amenaza el récord en poder de Leo Messi y el ítalo brasileño Jose Altafini, los máximos, con 14 goles, en una sola campaña de Liga de Campeones. El astro luso acumula 242 goles con el Real Madrid.
El argentino pisará el estadio Santiago Bernabeu en plenitud después de una racha de altibajos y de comenzar la carrera de la temporada en desventaja.
Los últimos partidos han reencontrado la mejor versión del argentino. A tiro tiene el récord del mexicano Hugo Sánchez como segundo máximo goleador de la historia de la Liga.
El triplete logrado ante Osasuna en el Camp Nou el pasado domingo disparan a 232 los goles del argentino, convertido ya en el máximo realizador de la historia del Barcelona.
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