Mourinho lo tiene muy claro. El técnico portugués se ha presentado ante los medios en la rueda de prensa con una sola intención: evitar su responsabilidad y culpar a sus jugadores de la dolorosa derrota del Real Madrid ante el Getafe (2-1).
"Hemos realizado un partido inaceptable", ha disparado The especial one, o, como prefiere autoapodarse el entrenador luso, The only one. El único punto logrado por el Madrid en los dos primeros partidos de Liga sabe a muy poco para un equipo que en toda la temporada anterior perdió 14 (dos derrotas y cuatro empates). Ante el sorprendente arranque de los blancos esta temporada, Mou ha alabado su métodología, defendiendo que "no se puede trabajar más de lo que lo hacemos". "Sabemos lo que tenemos que hacer, todos tienen claro su trabajo", pero el problema surge cuando "algunos jugadores no cumplen su misión" en el terreno de juego.
En esta ocasión, el rival del Real Madrid se ha llevado un escueto elogio del portugués, que ha calificado esta victoria como "merecida para el Getafe. No porque haya hecho un partido del otro mundo, ha hecho uno normal de acuerdo a sus recursos. Le doy la enhorabuena". Mourinho, sin embargo, no ha dejado pasar la oportunidad de ahondar en la culpa de los suyos. "Más que victoria del Getafe, ha sido una derrota merecida nuestra", reiteró.
El técnico luso no pareció afectado por no haber encontrado la solución a una derrota que "no fue una sorpresa" pese a destacar la superioridad de los blancos durante el primer tiempo.
La actuación arbitral ha quedado eclipsada por el enojo del portugués. "Me han dicho los jugadores que ha sido mano de Adrián Colunga (en la jugada del segundo gol del Getafe), pero me da igual", declaró el técnico blanco, desaprovechando una buena ocasión para volver a criticar al estamento arbitral.
La distancia de cinco puntos con el Barça, que ha logrado su segunda victoria en la Liga ante el Osasuna, no ha merecido mucha atención del luso. "Es complicado para mí hacer este tipo de análisis, porque hay cosas que pienso que un entrenador no puede discutir con la prensa. Con los jugadores no he discutido aún, ellos no tienen todavía mi opinión", amenazó Mourinho.
Sea como fuere, Mou abandonó el Coliseum Alfonso Pérez "sin frustración", pero con una derrota esperada, con un fracaso técnico evitado, con unos jugadores a los que motiva con amenazas, críticas y desplantes públicos y, lo más importante, con tres puntos menos.
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