Cuando el Real Madrid atraviesa su mejor momento desde que llegó José Mourinho al banquillo, Mesut Özil, un jugador básico para el equipo, está en su peor momento. El club está preocupado por su rendimiento y también por su comportamiento. Existe la sospecha de que lleva una desordenada vida nocturna que le está afectando deportivamente.
Para ir a la raíz del problema el club está investigando, aunque de momento no se ha contratado a ningún detective para hacerlo, sus salidas, que se iniciaron cuando la pasada temporada le dejó su pareja sentimental. El hecho afectó mucho a Özil que parece buscar en la noche madrileña la evasión a sus problemas y en el club temen que se convierta en el nuevo Guti, ambos considerados como genios futbolísticamente, pero demasiado amigos de la noche. Mourinho quiere recuperar a Özil, al que considera un jugador imprescindible en su esquema.
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