El defensor colombiano Jeison Murillo vivió, en las últimas horas, una situación inusual al pasar del ostracismo en el Valencia FC a convertirse en una solución de urgencia para los problemas que afectan a la defensa del Barcelona.
El colombiano jugará cedido hasta junio de 2019 en el club catalán, que tiene una opción de compra del jugador por 28.6 millones de dólares.
Murillo, de 26 años, llegó al club la pasada temporada procedente del Inter de Milán y en sus primeras actuaciones con el Valencia se transformó en el central de mejor rendimiento del cuadro entrenado por Marcelino García.
Sin embargo, una pubalgia lo apartó del equipo, en noviembre de 2017, y lo obligó a ser intervenido quirúrgicamente en Alemania.
A su regreso, tras dos meses de baja, el futbolista ya no ofreció el mismo nivel, hasta el punto de que su presencia en el club pasó a ser escasa, lo que le costó quedarse fuera de la lista de convocados de Colombia para el Mundial de Rusia 2018.
En agosto, el Valencia hizo efectiva la opción de compra obligatoria por 13.7 millones de dólares que figuraba en el contrato de cesión por dos años con el Inter y Murillo firmó por el club de Mestalla hasta 2022, con una cláusula de rescisión de contrato cifrada en 91.6 millones de dólares.
En la presente temporada, lejos de remontar el vuelo, el jugador vivió una situación peor, pues Marcelino enfatizó su confianza en el argentino Ezequiel Garay y el brasileño Gabriel Paulista para formar el centro de la defensa y recurrió al joven francés Mouctar Diakhaby.
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