Caio Lucas Fernandes llegó a estar a punto de renunciar al sueño de hacerse un hueco en el fútbol y mañana jugará una final del Mundial de Clubes ante Real Madrid.
El brasileño, una de las figuras del Al Ain, tuvo que emigrar a Japón y luego a Emiratos para vivir su sueño.
Pero la historia de Caio (24 años) es atípica para un jugador brasileño con proyección internacional, ya que nunca consiguió jugar a un nivel destacado en el fútbol de su país y tuvo que buscar el futuro lejos de casa. /AFP
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