El nuevo entrenador del Barcelona, Francesc ‘Tito’ Vilanova, pudo dirigir ayer por la tarde su primera sesión con un grupo compacto de jugadores azulgranas, gracias a la llegada de siete internacionales y a la recuperación del capitán, Carles Puyol, quien recibió el alta médica tras su última operación de rodilla.
El campo de entrenamiento de San Juan Despí fue un escenario más reconocible, después de dos semanas con un grupo numeroso, pero más por la presencia de jugadores del filial, que por los del primer equipo.
Siete azulgranas de los ocho que se proclamaron campeones de Europa con la selección española pasaron ayer por la mañana la revisión médica y por la tarde se unieron al trabajo programado por Vilanova.
Jordi Alba es el único internacional que sigue lejos de Barcelona, participando en los Juegos de Londres, aunque tras la eliminación de España, pronto se unirá a sus nuevos compañeros.
Así, esta tarde Vilanova contó con 21 futbolistas, entre ellos, dos del filial: Oier y Sergi Roberto. Las caras nuevas fueron las de Valdés, Piqué, Cesc, Xavi, Iniesta, Sergio Busquets y Pedro, además de Carles Puyol.
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