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lunes, 25 de febrero de 2019
Siguen con vida
EL DATO
Clásicos a la vista
ESPAÑA
Real Madrid y Barcelona se enfrentarán dos veces esta semana: el miércoles por la Copa del Rey y el sábado por la Liga española.
El Atlético de Madrid puso fin al maleficio que tenía con el Villarreal de la mano de Álvaro Morata (2-0), que por fin pudo cantar un gol como rojiblanco, lo que le otorga seguir, aún a siete puntos de distancia, a la estela del Barcelona, en tanto que el Real Madrid sobrevivió ante el Levante gracias a dos penales (1-2).
Hace cinco campañas que el conjunto madrileño no podía abatir al “submarino amarillo” en casa. Por fin pudo torpedear su resistencia. Y lo hizo con un magnífico tanto de Morata, poco después de la media hora de juego, al impactar un perfecto remate de izquierda dentro del área, y con una diana poco antes del final de Saúl Ñíguez.
Después del gran encuentro ante el Juventus en la Champions, el Atlético fue eficaz y su refuerzo estelar de invierno, Morata, de una vez pudo festejar un gol tras quedarse con el sabor agrio en los partidos contra el Real Madrid y el conjunto turinés, en los que el VAR le arrebató la fiesta.
La victoria era poco menos que imprescindible para el Atlético en su persecución a la distancia del líder, el Barcelona, que el sábado había dado un golpe en la mesa con su triunfo en el difícil Ramón Sánchez Pizjuán ante el Sevilla (2-4), porque le permite afrontar la semana con dos clásicos en el Santiago Bernabéu –el primero de Copa del Rey y el segundo de Liga– con una brecha de siete puntos.
El VAR protagonizó también la sufrida victoria de un pobre Real Madrid en el feudo del Levante (1-2), que llegó merced a dos penales transformados por el francés Karim Benzema (43’) y su sustituto, el galés Gareth Bale (78’).
Lo pasó muy mal el cuadro de Santiago Solari, que volvió a retroceder después de la reacción que exhibió hace unas semanas y que vio cortada ante el Girona.
Roger Martí mandó dos balones a la madera en el primer periodo y en el segundo encontró la recompensa al esfuerzo levantinista y el suyo propio para lograr el empate provisional (60’), pero la segunda pena máxima transformada por Bale, que llevaba cuatro minutos en el campo, salvó a la escuadra de Solari.
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