El Barcelona inicia la búsqueda de su sexta final de Copa del Rey consecutiva, acogiendo en el Camp Nou el segundo clásico de la temporada, primer acto de las semifinales coperas, pendiente de Leo Messi y Ousmane Dembélé ante un Real Madrid que mide su reacción frente a su eterno rival.
La Copa del Rey depara el segundo clásico del curso del fútbol español. El primero, en Liga, fulminó la corta etapa de Julen Lopetegui en el banquillo del Real Madrid. Un 5-1 demoledor sin Leo Messi, fue la puntilla a un equipo sin rumbo. Ahora, recuperado en su autoestima y el físico de la mano de Santiago Solari, encara un gran reto.
Messi es el centro de todas las miradas. El argentino hizo ayer trabajo de fisioterapia al sufrir una contractura en el aductor de su muslo derecho en el último compromiso liguero ante el Valencia. Mientras, Dembélé ultima su puesta a punto tras el esguince en el tobillo izquierdo que padeció hace quince días contra el Leganés. Son las dos incógnitas por despejar del Barcelona.
Si finalmente el ‘10’ azulgrana no es de la partida, su puesto en el once podría ocuparlo el propio Dembélé, si recibe el alta médica.
Para el Real Madrid el clásico del Camp Nou es el escenario perfecto para confirmar su resurrección. Llega en su mejor momento de la temporada, encadenando cinco victorias consecutivas, con Santiago Solari recuperando a todos sus jugadores exhibiendo buen fútbol y corregir aspectos futbolísticos que le lastraban. (EFE)
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