En una temporada impecable, Cristiano tiene por fin en su mano a la exigente afición del Santiago Bernabéu. Ya tiene un cántico que no para de resonar en la grada y, sobre todo, el respeto y la admiración de seguidores que ven cómo el futbolista portugués se ha convertido en el gran ejemplo de entrega.
Ronaldo quiere jugar todo. Le da lo mismo un partido de las primeras rondas de Copa del Rey ante un equipo de Segunda división B que un clásico en el Camp Nou. Su motivación y su hambre de éxito le llevan a su mejor imagen. Su obsesión es seguir mejorando. Y lo consigue.
Sus dos goles de anoche al Barcelona le convirtieron en el primer futbolista que marca en seis visitas consecutivas al Camp Nou. Le elevan como figura odiada por temida por el barcelonismo. Ocho dianas en casa del gran enemigo. Doce tantos en total en clásicos que detienen el mundo futbolístico. Nunca falla a la hora de la verdad.
En tres temporadas y media, el portugués ya incluye su nombre entre el de grandes goleadores de la historia del madridismo. Ayer igualó a Carlos Santillana con doce tantos en duelos contra el Barcelona. Sus siguientes retos son Paco Gento y Puskas (14 goles), Raúl González (15) y Alfredo Di Stéfano (18). El próximo sábado tiene una nueva oportunidad para seguir subiendo en el escalafón.
Sus números están en continuo crecimiento en el Real Madrid. De sus 33 goles en 35 partidos de su primera campaña, pasó a 53 en 54 en su segundo año, 60 en 55 en la última temporada y camino de la mejora en la actual.
A finales de febrero y con tres meses de competición por delante, Cristiano ya ha firmado 39 goles en el mismo número de partidos. Se reparten entre sus 24 ligueros, ocho coperos y siete en Liga de Campeones.
Lo primero es el bien del equipo, y condujo al Real Madrid a su trigésima octava final de Copa, pero Cristiano añade además un pulso personal en cada clásico entre los dos jugadores considerados como los mejores del mundo. Ayer, se quedó con todo el brillo y eclipsó a un Leo Messi que se enredó en la telaraña defensiva que montó José Mourinho para frenarle.
Es 'Cristianator', como hoy le llamó su compañero Álvaro Arbeloa, - en una foto que colgó en twitter, en la que aparecen juntos celebrando un gol en el Camp Nou - y ya supera a Messi en su duelo personal. En los 18 clásicos que se han enfrentado, el argentino marcó en once ocasiones y el portugués en doce.
Su rendimiento no ha bajado en toda la temporada y aparece siempre en partidos decisivos. Marcó al Manchester United y cuenta los días para volver por primera vez a la que fue su casa, Old Trafford. Eliminó al Barcelona y evitó que el Real Madrid entrase en depresión.
Se acerca el momento de recibir la propuesta de renovación del Real Madrid. En él estará aceptar la mejora económica para seguir buscando títulos de blanco o dejarse engatusar por el multimillonario interés del PSG.
A inicios de temporada le tantearon y el portugués expresó su tristeza a Florentino Pérez. Desde entonces la directiva aplaza la propuesta de renovación y valora la subida salarial que darán a su líder. Al futbolista que tiene al madridismo en la palma de su mano.
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