Alexis Sánchez ya había convertido el 2-1 para el Barcelona sobre Real Madrid cuando Cristiano protestaba ante el árbitro por un penal no sancionado y "La Pulga" no pudo esconder su risa
Cristiano salió del Camp Nou indignado con la actuación de Undiano Mallenco. El crack no se podía creer que el colegiado navarro no hubiera castigado con penalti el clamoroso empujón que le propinó Mascherano en el minuto 70, con 1-0 en el marcador, cuando se disponía a disparar a puerta. El enfado de Cristiano era tal que a todo el que se le ponía por delante le repetía lo mismo: "¡Fue un penalti clarísimo!". Lo hizo en primer lugar con Undiano Mallenco. Se lo repitió al colegiado varias veces hasta que éste 'premió' la insistencia del crack con una tarjeta amarilla.
Y mientras el árbitro amonestaba a Cristiano, Busquets volvía a hacer de las suyas y aprovechaba la ocasión para llamar "llorón" al delantero madridista. Dicha acción del internacional español encontró la reprobación de algunos jugadores madridistas que presenciaron el gesto del azulgrana.
Pero Cristiano no se podía quitar de la cabeza la acción de Mascherano. Y en cuanto acabó el encuentro, visiblemente malhumorado, se dirigió al banquillo del Barcelona para repetirle lo mismo a Puyol, cuando éste ya se disponía a entrar en el túnel de vestuarios. Fueron apenas unos segundos de confidencias al oído del capitán, pero ahí Cristiano le transmitió su enfado. "Es una vergüenza. Fue un penalti clarísimo", le dijo el portugués al azulgrana. Ni el leve consuelo de Zidane a pie de campo sirvió para que Cristiano superase el disgusto. El crack portugués llegó al vestuario y su malestar fue en aumento al comprobar que todos los integrantes de la expedición habían visto de forma nítida que la acción de Mascherano mereció ser castigada con penalti. Comentó la jugada con Ancelotti, con varios compañeros y se dirigió al autobús del equipo sin querer hacer ningún tipo de declaración ante la Prensa para evitar males mayores. Prefirió desahogarse respondiendo a las numerosas llamadas y mensajes de los familiares y amigos que quisieron darle ánimos en ese momento.
Pero el del sábado no fue el primer error arbitral que sufre Cristiano en el Camp Nou. La lista tiene varios capítulos. El primero se remonta al famoso encuentro del 5-0 de la temporada 2010-11. Con 2-0 en el marcador y antes de llegar al descanso, Cristiano encaró a Valdés, le regateó y fue derribado por el meta azulgrana. Iturralde González decidió no castigar la acción merecedora de penalti y expulsión.
Unos meses después, en las semifinales de la Champions 2010-11, Cristiano cayó sobre Mascherano tras un claro empujón de Piqué. La jugada acabó en gol de Higuaín, pero el belga De Bleeckere anuló el tanto y pitó falta de Cristiano ante el asombro general.
Ancelotti comprobó el sábado cómo son los arbitrajes que sufre el Madrid en el Camp Nou y al final del encuentro no se mordió la lengua: "El penalti fue muy claro. Todo el mundo lo ha visto, excepto el árbitro". El técnico ya se había mostrado muy crítico durante el encuentro con el linier de su banda "¡Despiértate, despiértate!", le repitió tras no pitar el claro penalti a Cristiano.
Este es el momento de la burla:
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