En medio de la nueva tormenta que se armó en un vaso de agua sostenido por José Mourinho, la previa del partido entre Real Madrid y Málaga arrojó a un culpable. Iker Casillas, quien tenía la titularidad en el cuadro merengue y en la selección española, ha ido a la banca y el portero Adán ha salido a defender la meta del conjunto galáctico.
Durante semanas se había rumorado de un posible malestar en el vestidor merengue y de alguien con quien Mourinho podría estar encontrando diferencias que guíen a su salida de Real Madrid al terminar la temporada, y con la ida de Iker Casillas a la banca, el estratega luso parece haber señalado a alguien que lleva siendo pilar de la columna vertebral del equipo durante muchos años.
Contrario a su costumbre, Casillas verá el partido en La Rosaleda desde el banquillo, mientras José Mourinho sigue alimentando esa ola que duda de la estabilidad en el vestidor culé.
Justamente ayer, Mourinho lanzó una ‘pedrada’ a Iker Casillas al decir que era increíble que algunos de sus jugadores dieran preferencia a un torneo en vez de dar el máximo ambos, tal y como hizo el cancerbero al destacar que firmaba perder la La Liga y ganar la Champions League.
Los dedos que apuntaban hacia Sergio Ramos como posible culpable de la molestia de ‘Mou’ ahora son dirigidos al portero que visita la banca en un partido que aparentemente no tenía por qué recibir descanso.
El año parece no terminar bien para Real Madrid, ni externa ni internamente. El equilibrio de armonía podría estar tocado de acuerdo al reflejo de la imagen de Iker Casillas en la banca y Mourinho tendrá algo nuevo que explicar en sus tradicionales conferencias de prensa al finalizar el partido ante Málaga.
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