El Real Madrid acabó sufriendo un encuentro más del 'grupo de la muerte' tras exhibir su fútbol vertical en la primera parte en el Etihad Stadium, cuando perdonó antes de acabar superado y desesperado por el arbitraje, ante un Manchester City que vuelve a decir adiós a la UEFA Champions League.
Un nuevo proyecto multimillonario del Manchester City vuelve a salir por la puerta de atrás de la Champions. Por segundo año consecutivo no pasa de la fase de grupos. Esta vez retratado 45 minutos ante su propia afición por un Real Madrid exhuberante, antes de tirar de orgullo para hacer que el equipo español se conformarse con el segundo puesto de grupo.
Necesitaba la victoria y un milagro el City pero Mancini salió con defensa de cinco. Su crédito se agota. Se extendió por ganar la Premier sobre la hora, hace unos meses, pero en torneos de máxima exigencia se le ven las carencias. Las explotó a la perfección un Real Madrid con ideas claras. Sabiendo perfectamente a lo que jugar de inicio y como explotar sus virtudes. Cristiano bailó a Maicon. Benzema volvió loco con su movilidad a tres centrales. La velocidad de Di María no pudo seguirla nadie.
Irrumpió con fuerza el equipo español a los diez minutos del primer acto. Una primera acción de Benzema no la culminó Di María. Cambiando los papeles en la siguiente jugada el resultado fue mejor. El centro desde el costado derecho del argentino lo remató a la red a placer el francés ante la pasividad de la zaga inglesa. Su gran mal.
Cristiano abusaba de Maicon en cada duelo. De su superioridad en el costado izquierdo nacieron un vendaval de ocasiones. La mayoría para Khedira, llegando tan bien de segunda línea como rematando mal cada oportunidad. Un mal disparo, un cabezazo al lateral de la red y la más clara, rompiendo la defensa con fuerza, pero chutando al césped en vez de al balón cuando se presentó ante Hart y por su cabeza pasó picar el esférico.
No fue el único que perdonó en unos minutos de baño madridista. Cristiano lo hizo por egoísmo tras fallar el uno a uno picando el balón a Hart pero sin velocidad. El rechace tras sacar sobre la línea el balón la defensa, lo chutó el portugués con Benzema totalmente solo para marcar.
El City, desarmado, no sabía qué hacer. Si intentaba explotar lo mejor que tiene, su ataque, se encontraba ante el mejor contragolpe del mundo. Lo interpretaba a la perfección el Real Madrid pero no ponía el broche. Cristiano no encontraba portería.
No fue hasta los 21 minutos cuando el City avisó a Casillas. El Kun comenzó a levantar a su equipo con gestos de calidad. Junto a Silva, dos futbolistas que estuvieron a un paso de vestir de blanco y tenían ganas de reivindicarse, fueron la referencia. Agüero tras un giro plástico, chutó lejano a Casillas. Maicon le dio continuidad, desquitándose en ataque pero disparó fuera.
Luka Modric es una válvula de escape para todos. Le buscan. Pone calidad en cada acción en la que entra en contacto con el balón. De aparecer en el baño a desaparecer en minutos en los que el Real Madrid no sabe poner pausa. Perdonó y pasó a sufrir en una segunda parte radicalmente diferente.
Mancini corrigió su error. Quitó la defensa de cinco, cambió de banda a Maicon e introdujo músculo en la medular con Javi García. El orgullo inglés borró del campo al Real Madrid. Dos imágenes radicalmente distintas. La última preocupante, se escudará entre las quejas arbitrales.
Porque el italiano Gianluca Rocchi solo pitó en una dirección. Desesperó a Cristiano, parado en falta cada vez que se emparejó con Kompany, y recuperó la imagen más indignada de Mourinho en la banda. El enfado del portugués no tardó en llegar. Primero con sus jugadores. Salieron fríos y pudo castigar el Kun primero, con un cabezazo, y culminando otra acción de Silva.
Los dos se bastaban para poner en las cuerdas al Real Madrid. Se aferró al contragolpe que no supo culminar. De nuevo Khedira en otra clara. Otro disparo lejano de Cristiano a las manos de Hart. No había más de donde sacar.
Le tocaba a Casillas que dejó una de sus paradas salvadoras a Agüero. El centro del Maicon lo remachó a placer el argentino y Casillas voló para evitar el empate. Nada pudo hacer en la acción que desesperó a todos. Arbeloa tropezó dentro del área en un pulso con el Kun, que cayó al césped. El árbitro no solo no lo dudó, sino que además mostró la segunda amarilla al defensa. El penalti puso el empate definitivo.
El City murió atacando pero Tevez y Touré no pusieron acierto a las últimas acciones. Se tendrá que conformar con intentar entrar en la Europa League. El Real Madrid ya había aceptado ser segundo de grupo. El pleno español es una realidad. Sus cuatro representantes están en octavos de final.
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