El barcelonismo vive tiempos de preocupación tras la derrota ante el Getafe en el Coliseo. La afición culé se siente muy lejos del Real Madrid, no sólo en puntuación, sino también en juego y en unidad. Y es que en el entorno de Can Barça todos son conscientes de la división que existe dentro del vestuario por culpa de una "oveja negra" que no es otra que Leo Messi.
Si Ronaldinho fue en gran medida el culpable de que el Barcelona de Frank Rijkaard mordiera el polvo, el aclamado Leo Messi puede convertirse en el nuevo villano del club azulgrana debido a la permisividad y a la sumisión con que Guardiola está tratando al argentino. El delantero es el máximo protagonista de la guerra interna que se está viviendo en el Camp Nou, dondelos españoles se han rebelado contra el poder de la estrella culé.
Pep Guardiola está comenzando a perder el timón de la nave azulgrana, y así es como han comenzado a llegar los tropiezos, fruto de una desunión que tiene su ejemplo más flagrante en lamala relación entre Leo Messi y David Villa.
El asturiano se siente ninguneado por el argentino, que no le habla y que hace todo lo posible por no pasarle la pelota. Sólo porque su creciente ego ha comenzado a cegarle y no quiere que otro se lleve méritos que sólo a él deben corresponder.
De este modo, Guardiola sólo hace ojitos a su estrella, un argentino que poco a poco está perdiendo apoyos dentro del vestuario, especialmente en el núcleo duro, los componentes de la Selección Española. Todos los internacionales están con Villa, que aunque no lo quiere reconocer ha caído en la desidia fruto de la falta de confianza del entrenador, y el liderazgo de Leo se tambalea.
El asturiano no había tenido una racha tan negativa nunca, y se trata más de una cuestión anímica que de estado de forma. Mientras tanto Messi y Guardiola siguen a lo suyo, cogidos de la mano hacia el fracaso de un proyecto que supuestamente iba a volver a arrasar esta temporada.
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