No hay gloria sin sufrimiento. Y tampoco sin una pizca de suerte. La historia nos enseña que incluso un equipo tan legendario como el Dream Team, gobernado por el mítico Johan Cruyff, edificó sus gestas sobre muchos sinsabores y momentos extraordinariamente delicados.
A nadie se le escapa que de aquellas cuatro Ligas consecutivas, uno de los retos pendientes que tiene en la actualidad el equipo de Pep Guardiola, tres llegaron en el último suspiro, en la postrera jornada, con la consiguiente congoja y estado de nervios.
El desarrollo de la temporada 1991-1992 puede compararse con la 2011-2012, si bien únicamente para demostrar que la diferencia de seis puntos que mantiene actualmente el Real Madrid sobre el Barça se puede enjugar perfectamente.
Hace veinte años, el equipo blanco, entrenado por Leo Beenhakker, la famosa Quinta del Buitre, se plantó en la jornada trece con 25 puntos, ¡ocho más que el conjunto de Cruyff!
Aquella distancia era abismal si tenemos en cuenta que la victoria se premiaba con dos puntos. Es decir, para que el FC Barcelona cazara al Real Madrid, estos tenían que llegar a perder cuatro partidos y aquellos ganarlo todo.
La persecución del Barça fue implacable, acabando dándole caza en la jornada 26, donde ambos empataron a 37 puntos. Sorprendentemente, el conjunto azulgrana volvió a complicarse la vida empatando ante Osasuna y Burgos y perdiendo contra Valencia y Tenerife.
A falta de cinco jornadas para terminar aquella Liga, el Real Madrid aventajaba al FC Barcelona en cuatro puntos, de ahí que todo el barcelonismo asumiera que el título viajaría al Bernabéu. Y pasó lo que ya está escrito en los anales de la historia de la competición: el Barça encadenó cuatro triunfos seguidos, mientras que el Madrid venía de perder con el Oviedo y empatar frente a Osasuna.
Total, que el 7 de junio de 1992, al Madrid le tocó jugarse el título en Tenerife, mientras el Barça esperaba al Athletic.
Y se produjo el primer milagro de `San Cruyff¿. El Tenerife remontó un 0-2 en contra para acabar imponiéndose por 3-2. Un regalo que el Barça no desaprovechó para imponerse al contrincante vasco por 2-0.
El Barça acabó proclamándose campeón sin haber sido líder ni una sola jornada, mientras que el Madrid lo fue de forma consecutiva desde la séptima hasta la infausta tarde de Tenerife.
En el actual momento, todos le damos muchísima importancia al duelo directo que dirimirán en los dos clásicos Barça y Madrid. En la 91-92, curiosamente, los enfrentamientos entre ambos se saldaron con sendos empates a un gol.
Si bien son tiempos diferentes, el fútbol, la Liga, demuestra que el Barça ha sabido salir de atolladeros más complicados. Por eso hay que creer.
FUENTE: sport.es
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