Real Madrid estrenó horario matinal en un Santiago Bernabéu repleto, firmando su décima victoria consecutiva ante un Osasuna mermado por numerosas bajas, que encajó siete goles del líder, con un nuevo 'hat-trick' del insaciable Cristiano Ronaldo (7-1).
Osasuna fue un juguete en manos del Real Madrid. Nueve bajas mermaban al equipo de José Luis Mendilibar. Sin su defensa habitual. Con 90 minutos de sufrimiento por delante ante un rival lanzado y hambriento. No cree en las rotaciones José Mourinho, que salió con todo para prolongar el dulce momento que disfruta el Bernabéu.
Le costó entrar en el partido al Real Madrid. Comenzó sin el ritmo adecuado. Estático y falto de velocidad. Solo Di María metía una marcha más para despertar a buena mañana a sus compañeros. Cuando se desperezó fue por un enfado con el colegiado. Ya había marcado Cristiano Ronaldo de cabeza y había empatado Osasuna.
Los madridistas pagaron con el árbitro, que se despistó y no dejó pasar a Pepe tras ser atendido, un despiste infantil. Falta al borde del área clara de Arbeloa y cuando todos protestaban a Álvarez Izquierdo, Osasuna sacaba rápido e Ibrahima superaba a placer a Casillas. Nadie había pedido pasos. El gol era tan legal como evitable. Ningún jugador se puso delante del balón.
El enfado de Casillas, que encajaba un gol tras cinco partidos con su portería a cero, se convirtió en arrebato en sus compañeros. Picados, fulminaron la primera media hora de relativa tranquilidad de Osasuna, y llegaron en avalancha hasta un desbordado Andrés Fernández. Pepe firmaba el segundo cuatro minutos después del empate. Con un cabezazo que castigó una duda en la salida del portero rival.
Y a cinco del descanso Higuaín sentenciaba. Una asistencia más de Di María, mejor pasador en Liga, y un gol que muestra el momento del 'Pipita'. Recorte en un palmo y latigazo a la escuadra. Mourinho saca el rendimiento deseado del argentino o Benzema. Los dos en racha goleadora.
Esta vez el Real Madrid no bromeó con la segunda mitad. Ante Málaga y Villarreal, en duelos ya sentenciados reservó fuerzas. Frente a Osasuna quiso más. El hambre de Cristiano como referencia. Tras la mala noticia de la mañana, la lesión muscular de Di María, el portugués firmó el cuarto tras un claro penalti sobre Özil.
Debutaba en una plaza difícil el canterano Satrústegui. Sus buenas maneras en el lateral izquierdo se vieron ensombrecidas por dos amarillas que le mandaron a la ducha a los 54 minutos. Restaban 36 de mal trago para Osasuna, en los que el Real Madrid disfrutó de la posesión de balón y encontró boquetes en la zaga rival.
Un pase medido de Arbeloa lo remataba de cabeza Cristiano a la red para sellar su triplete. Una acción repleta de velocidad de Coentrao sumaba a la fiesta a Benzema en el sexto. Y el francés repetía con un zurdazo de primera a la escuadra para poner el cierre a una jornada de fiesta en el Bernabéu por donde apareció por primera vez Nuri Sahin. Una nueva esperanza del madridismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario