Un Barcelona desquiciado enterró su racha triunfal ante el Málaga (0-1), en su peor partido del año, y justo el día que debía alzarse provisionalmente con el liderato y meter el miedo en el cuerpo al Real Madrid en su visita de hoy al campo del Elche.
El encuentro empezó mal para el conjunto azulgrana, que ya no supo levantar cabeza, huérfano de Messi, ayer muy desdibujado, y víctima de un rival que salió al Camp Nou a jugarle sin complejos y encontró la recompensa a su enorme esfuerzo durante los noventa minutos.
A los siete del arranque, el guión del partido sufrió un giro inesperado. Pero lo que debía ser solo un accidente fue al final determinante para el desenlace de la película.
Kameni pateó el balón en largo, Alves lo interceptó, pero lo cedió mal a Bravo y éste, que prácticamente se encontraba en el área pequeña cuando debía estar treinta metros más adelantado, reaccionó tarde y mal, para sorpresa de Juanmi, que se llevó el esférico para conducirlo hasta el fondo de la red. Con el 0-1, el Málaga se echó atrás esperando la reacción fulgurante de un Barça enfurecido. Pero la respuesta local no tuvo ni mucho menos la contundencia esperada. Solo Rafinha rondó realmente el empate en un tiro raso que Weligton sacó bajo palos. L
El Barcelona, espeso atrás, falto de ideas en ataque y sin la chispa de la que había hecho gala durante su racha de once victorias consecutivas, perdió y ahora espera que el Real Madrid tropiece hoy.
En otro cotejo, el Atlético de Madrid fulminó al Almería en menos de media hora, dirigido por sus delanteros Antoine Griezmann y Mario Mandzukic, que acapararon los goles de un triunfo revitalizante para su equipo, relanzado con un ejercicio práctico e incontestable en ambos áreas para su oponente de ayer (3-0).
Abrió el triunfo en el minuto 12 con un penal convertido por Mandzukic. Griezmann puso el 2-0 a los 20 minutos y el 3-0, nueve minutos después.
El Altético Madrid se ubica en el tercer lugar, después del Barcelona y Real.
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