Carlo Ancelotti cumplió por fin uno de sus sueños, hacerse cargo del Real Madrid, que acogió con los brazos abiertos a un técnico que dirigirá un proyecto que estará marcado por la diplomacia de su figura y por las intenciones del italiano de ganar títulos jugando “con un fútbol ofensivo y espectacular”.
La llegada del preparador transalpino coincide con la necesidad de la casa blanca de apagar varios fuegos y de lograr trofeos ausentes en la última temporada de José Mourinho. El portugués dejó un legado marcado por el ambiente enrarecido en algunos sectores del vestuario que mantuvieron diferencias con su entrenador.
Por eso Ancelotti apareció en el momento justo. Su fichaje revela ciertas intenciones del club madridista. El italiano siempre ha mantenido una buena relación con sus jugadores. En todos los equipos en los que ha estado, no ha tenido problemas. Por lo menos, que se hayan visto fuera del entorno íntimo de un vestuario. Pasó por Reggiana, Parma, Juventus, Milán, Chelsea y París Saint Germain sin ruido de sables.
Pero, sobre todo, Ancelotti mostró unas ganas enormes de dirigir a un equipo al que dejó sin Copa de Europa cuando brilló como jugador en aquel histórico Milan de Arrigo Sacchi. A la “Quinta del Buitre” siempre le faltó ese trofeo que en un par de ocasiones le birló “Carletto”, la prolongación de su entrenador en el campo.
Carlos Ancelotti
"En el trabajo del entrenador existe la presión. El problema es gestionar el grupo. Yo quiero trabajar con la presión"
"Yo amo el fútbol y por eso el Real Madrid es un sueño para todos y ahora se realiza para mí"
"Hay que ganar con un fútbol ofensivo y espectacular. No creo que sea difícil ganar con un fútbol ofensivo"
Inicia nuevo ciclo
Décadas después de aquello, y tras una intentona fallida en 2006, Ancelotti cumplió un sueño, sentarse en el banquillo del estadio Santiago Bernabéu. El día de su presentación oficial lo disfrutó desde el primer minuto.
Inició su día visitando la Ciudad Deportiva de Valdebebas.
Zinedine Zidane, su nuevo asistente en el banquillo, le acompañó desde Barajas hasta las instalaciones blancas. Allí comprobó que el lugar donde desarrollará su trabajo es de su gusto.
“Es un centro de entrenamiento fantástico, todo lo que se necesita está allí y creo que el trabajo será muy bueno”, acertó a decir en las que fueron sus primeras palabras como técnico blanco.
En Valdebebas vio que su despacho ya tenía en la puerta su nombre. Cerca estaban las fotos de equipos del Real Madrid que ganaron la Copa de Europa. Había mucha historia colgada de las paredes y eso lo sabía el técnico italiano. Seguro que él espera crear su propia historia.
TIENE LAS MISMAS CHAMPIONS QUE MOURINHO
Su carrera está plagada de éxitos y garantiza títulos allá por donde pasa. Su gran eclosión llegó en el Milan, donde levantó dos Champions, dos Supercopas de Europa, un Mundialito de clubes, una Liga y una Supercopa de Italia en ocho años.
También pasó por la liga inglesa, donde entrenó al Chelsea desde el año 2009 hasta el 2011. Ganó una Premier League, una FA Cup y un Community Shield. Su última experiencia la ha vivido en el PSG, donde ganó la Ligue 1.
Momento de la verdad
Superadas esas primeras emociones llegó el momento de la verdad.
Esta vez, en el palco de honor del estadio Santiago Bernabéu, acompañado de su pareja, de Florentino Pérez, de toda la junta directiva, de Zinedine Zidane, de cerca de 300 aficionados y de multitud de medios de comunicación ansiosos de escuchar las primeras palabras de un hombre que vestía con camisa blanca cuando muchas veces suele llevar tonos oscuros.
El presidente del Real Madrid confesó que el sueño de Ancelotti también era el suyo. Pérez, en 2006, llegó a firmar un contrato con el italiano por dos cursos y 3,5 millones de euros anuales. Al final no cuajó, pero siete años después consiguió su firma hasta 2016 por 7,5 millones por temporada.
Después de sus primeras declaraciones, entrecortadas a veces por la emoción, y en las que comentó su intención de ganar títulos con buen juego, bajó a la sala de prensa para pasar otra prueba de fuego: los medios de comunicación con los que tantas tiranteces tuvo Mourinho. Con ellos, mostró una cara diferente a la que se vio por la casa blanca en los tres últimos cursos.
Acompañado por el director de relaciones institucionales del club, Emilio Butragueño, a veces traductor cuando Ancelotti se atascaba con su español, no habló mal de Mourinho, evitó comentar sobre el fichaje del jugador del Málaga Isco, fue cauteloso con Iker Casillas y salió adelante con una elegancia dialéctica mezclada con un buen humor agradable.
“La diplomacia es la política en traje de etiqueta”, dijo un día Napoleón Bonaparte. Así se mostró en su primer día Ancelotti, diplomático y con un carácter afable. Si nada se tuerce, así será siempre en el Real Madrid, equipo con el que siempre soñó y que, por fin, entrenará después de casi dos décadas de carrera en los banquillos.
MODELO DE JUEGO
Ancelotti siempre mostró su gusto por el 4-3-2-1. En el Chelsea alineó habitualmente en el centro del campo a Essien, Ballack y Lampard y en el Milan a Gatusso Pirlo y Ambrosini. En la zona ofensiva optó por dos jugadores de “enganche”, como Cole y Kalou en el equipo inglés y Seedorf y Kaká en el italiano. Además, siempre utilizó un delantero centro puro, como Drogba e Inzaghi.
En el PSG comenzó confiando en este sistema de tres mediocentros, pero poco después lo modificó para jugar con el clásico 4-4-2. La calidad de su plantilla le hizo cambiar de idea, así que en el Real Madrid podría optar por este estilo. Loucas Moura, Pastore, Lavezzi e Ibrahimovic eran los mejores jugadores que tenía y nunca dudó en utilizarlos.
Por lo tanto, podemos destacar que a pesar de ser italiano, no es un entrenador defensivo, aunque a sus equipos no les importe recular en el momento adecuado, como hizo el PSG contra el Barcelona en sus enfrentamientos de esta temporada en la Champions League.
Si su equipo es técnicamente superior, como le ocurrirá entrenando en el Real Madrid en la inmensa mayoría de los partidos, no dudará en ir por el partido. A la espera de fichajes, tiene jugadores para utilizar cualquiera de los dos sistemas que usó en el pasado. Bien podría formar un medio del campo con Alonso, Khedira y Modric o un ataque con Cristiano, Ozil, Isco y Benzema.
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