A Carlo Ancelotti no le sobra Kaká. Todo lo contrario. En las conversaciones que ha tenido con los dirigentes del club se ha informado de la situación del brasileño y de los motivos por los que no ha podido mostrar el alto nivel que exhibió en su etapa en Milan. A Carletto le han puesto al corriente. Le han hablado de la mala suerte que ha tenido con las lesiones y la poca confianza que tuvo Mourinho con el brasileño.
Ancelotti, cuando escuchó esto, torció el gesto. Le extrañó y llegó a insinuar que si había dado algún tipo de problemas. Se le confirmó que no. Que siempre se ha comportado como un buen compañero, sin tener una mala palabra ni una actitud negativa. Que se ha esforzado por recuperar su nivel y que cuando le ha tocado jugar lo ha hecho con la ilusión de un canterano.
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