Un total de 12.794 aficionados han acudido esta mañana al Miniestadi, convertido un año más en el inusual escenario del regalo de Reyes que los jugadores del Barcelona acostumbran a hacer a sus socios y seguidores por estas fechas.
Aunque el club había colgado esta mañana el cartel de "no hay billetes", el estadio donde habitualmente juega el Barça B -con capacidad para algo más de 15.000 espectadores- no ha registrado un lleno histórico, ya que algunos socios que habían retirado la entrada de forma gratuita (los no socios han tenido que pagar 5 euros) finalmente no han acudido al entrenamiento.
El día se ha levantado frío y nublado en Barcelona y eso ha provocado que algunos socios que previamente habían retirado su entrada se hayan quedado en casa, pero ello no ha evitado que en las inmediaciones del estadio incluso ha funcionado la reventa, algo inédito al no tratarse de un partido oficial, sino de un simple entrenamiento con público.
En el Miniestadi, un público infantil en muchos casos, emocionado y animoso, ha podido disfrutar del privilegio de seguir en directo y muy de cerca las evoluciones sobre el terreno de juego del que está considerado el mejor equipo del mundo.
Con siete minutos de retraso (11.07 horas) sobre el horario previsto, ha saltado al césped el Barça de Pep Guardiola, para desatar la locura de casi 13.000 aficionados.
Un total de 24 jugadores, 19 del primer equipo y 5 del Barça B (Oier, Muniesa, Montoya, Sergi Roberto y Cuenca) han participado durante poco más de una hora en la habitual sesión de recuperación tras el partido de Copa de ayer ante Osasuna.
Sólo han faltado los lesionados de larga duración Ibrahim Afellay y David Villa, ya que los tres de los jugadores que no se ejercitaron en la sesión del pasado miércoles (Messi, Iniesta y Valdés) si lo hicieron hoy jueves. El segundo de Guardiola, 'Tito' Vilanova, aun convaleciente de una intervención quirúrgica, no ha estado en esta ocasión presente en el entrenamiento.
Messi, como siempre, ha sido el jugador que más expectación ha generado en la grada, que no ha cesado de corear su nombre, lo mismo que el de Iniesta o el de Xavi, los otros futbolistas azulgranas más queridos.
Todos ellos se han mostrado cercanos, se han hecho fotos con los aficionados y no han parado de firmar autógrafos al final de la sesión, prestando especial atención a un grupo de discapacitados a quienes el club había reservado un espacio a pie de campo. "Nunca había vivido algo así, es una experiencia muy bonita", ha explicado un sorprendido Alexis, mientras Cesc ha alucinado con el ambiente del estadio: "¡Qué pasada! Nunca había visto el Mini así", ha reconocido.
Tras el entrenamiento, que como es habitual ha durado menos para los que fueron titulares ayer, la plantilla se ha ido a la ducha y se han distribuido en siete grupos para hacer la tradicional visita de la vigilia de Reyes a los hospitales.
Pinto ha sido el encargado de acompañar a Messi en su visita al Hospital del Mar; Sergio Roberto, a Xavi en el Hospital Trias i Pujol; y Maxwell a Mascherano y el presidente, Sandro Rosell, en el Hospital de Barcelona.
La comitiva más numerosa ha sido la que se ha desplazado hasta Sant Joan de Déu, con el capital Puyol a la cabeza, secundado por Piqué, Abidal, Keita y Alexis; Valdés, Thiago, Pedro, Oier y Montoya se han dirigido al Hospital Vall d'Hebron; Iniesta, Cesc y Sergio Busquets, a Sant Pau; y Guardiola se ha llevado a Alves, Adriano, Fontàs, Cuenca y Muniesa como acompañantes en su visita al Hospital de Niños de Barcelona.
Ha sidya se han dirigido al Hospital Vall d'Hebron; Iniesta, Cesc y Sergio Busquets, a Sant Pau; y Guardiola se ha llevado a Alves, Adriano, Fontàs, Cuenca y Muniesa como acompañantes en su visita al Hospital de Niños de Barcelona.
Ha sido una matinal intensa para la primera plantilla azulgrana, que ha acudido antes del entrenamiento a la presentación oficial, en la explanada del Camp Nou, del nuevo autocar del equipo, adquirido por Autopullman Padrós, la compañía encargada de los desplazamientos que el Barça hace por carretera.
Se trata de un vehículo de 14 metros propulsado por 505 CV, con cambio automático de doce marchas y todos los equipamientos de seguridad que emplean hoy en días los automóviles de lujo, incluido el sistema de aviso en caso de abandono de carril o el control electrónico de suspensión, que impide que el autocar se incline en la curva adaptándolo a cada tipo de carretera.
Decorado con los colores azulgranas, el vehículo cuenta con todo tipo de comodidades en su interior, destacando la climatización y los sistemas de audio y vídeo independientes para cada uno de sus 37 pasajeros, la cocina equipada con un horno que calienta hasta 32 comidas, las dos zonas comunes para actividades recreativas y el sofá 'lounge' que incluye una mesa de reuniones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario