Un tanto de penal de Cristiano Ronaldo en el tiempo añadido (m.97) clasificó a Real Madrid para las semifinales de la Liga de Campeones, que despidió a un épico Juventus, muerto en la orilla del éxito tras firmar un partido épico y a la vez trágico para Gianluigi Buffon.
Un día después de la estrepitosa y humillante caída de Barcelona en Roma, Real Madrid no podía permitirse el lujo de repetir la historia. Estaba avisado. Roma enseñó el camino a Juventus y los hombres de Zidane sabían perfectamente lo que podía pasar.
Massimiliano Allegri, sin embargo, acudió a la cita como un cordero degollado. "Tenemos pocas opciones", aseguró. Pero por dentro, en el vestuario, seguro que el mensaje fue otro, porque sus jugadores salieron al campo como un volcán en plena erupción. Arrasaron, revolucionaron la eliminatoria y pusieron nerviosos a los merengues tras marcar 3 goles.
Pero el fútbol es caprichoso y cruel. Cruel para Juventus, que firmó una gran actuación. Mereció mucho más. Murió en la orilla porque Cristiano Ronaldo marcó de penal en el tiempo añadido. Benatia cometió una pena máxima sobre Lucas Vázquez, Buffon desesperado fue expulsado.
Aplaudido por todo el estadio, el portero italiano se marchó cabizbajo mientras esperaba la sentencia desde la banda. Cristiano no falló, salvó la temporada de Real Madrid y el equipo de Zidane seguirá con vida en la la Liga de Campeones.
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