El derbi de menor trascendencia de la última década, dejó un bonito duelo de fútbol, repleto de orgullo entre dos estilos opuestos, en el que Jan Oblak frustró la voluntad de Real Madrid y Antoine Griezmann premió la inteligencia del Atlético que aumenta a seis años sin perder en el “Bernabéu”.
Era un duelo fuera del foco de la presión y esa liberación impulsó a un derbi más vistoso y trepidante. Real Madrid, con más horas de descanso tras el desgaste europeo de ambos, apostaba por imprimir un ritmo alto de juego desde el inicio, con una apuesta clara de Zinedine Zidane por extremos y la busca de superioridad en bandas con subidas de laterales o la libertad de movimiento de Bale. Atlético se defendió, intentó mantener el orden y se dosificó. El momento de intentar golpear ya le llegaría.
El partido nacía con una bonita acción de Bale que sentaba a Godín con un gesto antes de recibir el balón y lanzar la carrera. Real Madrid corría, le metía velocidad a la posesión, cosía a saques de esquina a su rival y se topaba con una figura que emergía por encima del resto. Oblak era un muro insuperable.
El derbi tuvo de todo, pero los unicos que lograron convertir fueron Cristiano Ronaldo a los 53' y Griezmann a los 57'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario