Mallorca, Menorca, Ibiza, Formentera... Los españoles creemos conocer las islas Baleares. ¿También Tagomago?
La imagen que ven sobre estas líneas nos muestra un islote rocoso, de 1,5 kilómetros de largo, situado a poco más de un kilómetro de Ibiza.
En la incomparable Ibiza prosperan -como se sabe- las noches de vino y rosas, las discotecas hasta el amanecer, las celebrities tostadas al sol del Mediterráneo... Pero luego, los famosos que se lo pueden permitir terminan en Tagomago, una isla privada convertida por el gestor inmobiliario alemán Mathias Kuhn en un alojamiento exclusivo para estrellas que puedan pagar decenas de miles de euros por una noche.
Tagomago ha vuelto a la actualidad porque allí Gareth Bale le pidió matrimonio a su novia, Emma Rhys-Jones. Fue a mediados de julio, después de terminar la Eurocopa. Según el periódico Daily Mail, la fiesta le costó al delantero madridista 400.000 libras, unos 470.000 euros. Dicen que en temporada baja, las tarifas son más bajas, aunque resulta difícil obtener una información fiable de la propiedad.
La isla de Tagomago tiene el valor añadido de estar en el Mediterráneo, donde las islas privadas son poco frecuentes. A diferencia de la gran mayoría de las islas de lujo en alquiler, en este caso no se ofrece un sinfín de servicios y actividades sino que apuestan por la privacidad y un sereno ambiente que combina a la perfección con la sobriedad de las instalaciones y del propio paisaje, dominado por acantilados cuyo color tierra juega con el azul del mar.
Mathias Khun, una referencia del mercado inmobiliario en las Baleares, visitó Tagomago hace menos de diez años, y rápidamente pensó en convertir el islote en un lugar elitista para estrellas de Hollywood, deportistas, músicos. Pensó que en el Mediterráneo tenía poco competencia en este terreno. Por allí han pasado Cristiano Ronaldo y Gareth Bale, entre otros muchos.
Tagomago cuenta con todo lo necesario para no moverse: piscina, 5 dormitorios con baños en suite, jacuzzi exterior, salón, comedor, cocina, una casa de invitados independiente y un pequeño puerto. Esas estancias fueron amuebladas por el diseñador Philippe Starck, con cuadros de pintores mallorquines y marcas italianas de lujo por doquier. Los ventanales dan directamente al azul del mar.
Ya en los años setenta del pasado siglo celebraron aquí algunas fiestas Bob Marley, Sting o los Rolling Stones. En 1989 se filmó en Tagomago el vídeo de la «Lambada», aquel son sensual que encandiló a medio mundo. Sin embargo, Tagomago parecía haber quedado en el olvido, hasta su resurrección como paraíso exclusivo para los muy ricos y famosos, reservado en exclusiva, aunque también funciona en verano como «chiringuito» y solarium para unos pocos que logren lugar de amarre para su yate.
Solo una sombra persigue esta nueva vida de la isla: las denuncias de los grupos ecologistas, que creen que esta es un área natural de especial interés, protegida por el Parlamento de Baleares, queda amparada por la europea red Natura 2000.
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