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martes, 16 de febrero de 2016

La genialidad de Messi debió ser invalidada



El gol del Barcelona al Celta, el domingo por la liga española, que arrancó con lo que —según la llamaron— una genialidad del astro mundial Lionel Messi, debió ser invalidado por invasión de área, cometida por el autor del tanto, Luis Suárez.

Todo comenzó con un penal cobrado por el árbitro. Messi se dispuso a lanzarlo, avanzó hacia la pelota y en lugar de golpearla directo al arco decidió asistir con un leve toque a su derecha. Suárez se adelantó a los defensores del Celta y anotó de esa manera un gol (4-1) que se incorpora a la historia del fútbol mundial. El resultado final fue de 6 a 1.

Mucha gente en todas partes del mundo se rindió ayer ante la jugada que inició el astro argentino. Sobre todo lo hicieron los medios españoles escritos, televisivos y radiales. Las imágenes de la acción recorrieron el planeta a través de televisoras y redes sociales.

Estas muestran claramente que antes de que Messi toque el balón, Suárez ya está dentro del semicírculo y, cuando el argentino golpea la pelota, el uruguayo ya pisó el área grande, una clara invasión que ni el árbitro ni sus asistentes sancionaron. El penal —según las reglas de juego— debió repetirse.

Pero al margen de la invasión, una jugada así es válida. El ejecutante no está obligado a disparar directo y puede hacer lo que Messi hizo el domingo.

El exárbitro boliviano Juan Carlos Lugones opinó ayer que “solo hay que conocer el reglamento”, que permite que “el jugador que va a patear el penal toque la pelota a un lado para que uno de sus compañeros convierta”.

Sin embargo, hizo notar también que el futbolista que recibe el pase “debe entrar desde fuera del área, o sea no invadirla antes de que la pelota sea puesta en movimiento. Si es así, es legítimo totalmente”.

El modo de jugar ese penal centró el mismo domingo un debate tras el partido: ¿fue una falta de respeto de Lionel Messi y compañía contra sus colegas del Celta?

Precisamente el técnico del Celta, el argentino Eduardo Berizzo, dijo que no veía la acción como una falta de respeto, sino como una forma de ejecutar que si bien no es habitual, es válida.

El capitán del Barcelona, el español Andrés Iniesta, también consideró que “no es una falta de respeto. No es habitual, pero se puede ejecutar. Somos muy respetuosos con los rivales”.

El exfutbolista del Real Madrid, Manolo Sanchís, declaró que “no es una falta de respeto... ni una genialidad”, según publicó ayer el diario español Marca en su página digital en la red.

Los cinco casos del pasado

El inventor

El delantero belga Rik Coppens podría ser el inventor de este penal de dos toques. En un partido de clasificación del Mundial de Suecia, en 1957, que Bélgica ganó por 8-3 a Islandia, Coppens pasó el balón a su compañero Andre Piters, quien se lo devolvió y fue gol. Coppens murió en 2015 con 84 años.

En segunda

En 1964, Mike Trebilcock anotó un memorable gol para Plymouth en un partido de segunda división contra Manchester City. “Nuestro capitán, John Newman, era el encargado de tocar la pelota, mientras que yo tenía que disparar. Ganamos por 3-2, pero creo que íbamos 0-0 cuando hicimos esa jugada”.

El de cruyff

En un partido de la liga holandesa, en diciembre de 1982, Ajax ganaba por 1-0 cuando Johan Cruyff, que era entonces un veterano de 35 años, obtuvo un penal, pasó el balón a su izquierda al danés Olsen, quien se la devolvió y anotó. El perplejo portero del Helmond Sport se quedó de pie con las manos en la cintura.

Errado

Los franceses Thierry Henry y Robert Pires eran las estrellas del Arsenal y quisieron repetir la jugada de Cruyff en un partido contra el Manchester City en Highbury, pero fallaron. Pires apenas tocó levemente la pelota y dos defensas del equipo contrario despejaron.

Amistoso

El año pasado, en un amistoso de pretemporada en Túnez, en julio, Youssef Mouihbi, del Etoile du Sahel, iba a disparar el penal, pero como el portero del Marsella, Steve Mandanda, se lanzó antes de tiempo, pasó la pelota a la izquierda a Baghdad Bounedjah, quien marcó el gol del honor de su equipo, que perdió por 5-1.

Cruyff y Olsen convirtieron en 1982

Esa vez hubo dos pases para dejar anulado al arquero contrario

El “penal indirecto”, como es llamada la jugada que compartieron Lionel Messi y Luis Suárez el domingo, la inventaron el holandés Johan Cruyff y el danés Jesper Olsen en 1982, según la agencia AFP.

Muchos años después —agregó— los franceses Thierry Henry y Robert Pires intentaron repetirlo, pero con mala fortuna.

Sin embargo, no fueron jugadas iguales: a diferencia de lo que ocurrió el domingo, cuando hubo el toque de Messi y la definición de Suárez, hace 33 años —en una goleada del Ajax ante el Helmond en 1982— el gran Johan Cruyff en vez de disparar directo asistió a su compañero Jesper Olsen, quien le devolvió la pelota para quitar la presencia del portero y fue Cruyff quien convirtió con arco vacío.

El exárbitro boliviano Juan Carlos Lugones aclaró que el gol convertido por Suárez “ya no es de penal” porque al tocar la pelota hacia un compañero, Messi reanudó la jugada colectiva, “puso en juego el balón y todos debían estar atentos a ello. Fue como rematar directo, que el balón pegue en el palo y ya sea otro jugador o el mismo remate y anote. Es válido, pero ya no de tiro penal”.

De acuerdo con las imágenes, en la acción también participó el brasileño Neymar, aunque no llegó a tocar la pelota. Él mismo declaró luego que el pase que hizo Messi “era para mí, lo habíamos entrenado”, según Barça TV.

La jugada de los integrantes del Barcelona no fue la primera de este tipo. Según los antecedentes, desde 1957 hubo por lo menos cinco similares.

¿Ustedes harían algo así?

‘No sé si me animaría’

Darwin Peña, Nacional Potosí

“Personalmente he pateado muchos penales, varias veces pensé en hacer esa jugada, pero no me animé y decidí directamente rematar para asegurar. No sé si me animaría”.

‘No sé cómo se tomaría acá’

Martín Palavicini, ‘U’ de Sucre

“Tendríamos que hacerlo bien y antes hablarlo creo que con todos los muchachos. No sé cómo se tomaría acá, porque vi que en otro lado puede darse como provocación”.

‘Si lo ejecuto, lo hago normal’

Juan Miguel Callejón, Bolívar

“Es una acción que demanda coordinación y conversación. Particularmente no me animaría a rematar como lo hicieron en España. Si lo ejecuto, lo hago en forma normal”.

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