El Atlético y el Real Madrid no fueron capaces de superar los escollos de Villarreal (0-0) y Málaga (1-1) y allanaron el camino hacia el título del Barcelona, cuya victoria el sábado en Gran Canaria ante Las Palmas (1-2) le permite disfrutar de una ventaja ya más que importante. A primera hora de la tarde de ayer el Real Madrid ratificó en La Rosaleda los grandes problemas que tiene en sus desplazamientos. Pese a la victoria en Granada y en Roma, el cuadro de Zinedine Zidane volvió a dar una imagen discreta ante el Málaga y no fue capaz de pasar del 1-1 que le ponen la lucha por el título más que complicada con las matemáticas como únicas aliadas para no renunciar.
El equipo malaguista arrancó con fuerza y ambicioso que amenazó a los madridistas. En cambio, un tanto (en posición antirreglamentaria) de Cristiano Ronaldo de cabeza poco después de la media hora puso el partido de cara para la escuadra de Zidane.
El Sevilla tampoco aprovechó una jornada propicia para afianzar más su quinta plaza e incluso acercarse a la cuarta. Y eso que lo tuvo muy de cara en Vallecas con dos tantos antes de los veinte minutos del francés Steven N’Zonzi y de Vicente Iborra.
Paco Jémez, técnico del Rayo, volvió a ejercer de entrenador valiente. Hizo dos cambios ofensivos y su equipo renació. El mozambiqueño Manucho antes del descanso acortó distancias y el venezolano Nicolás Fedor ‘Miku’ firmó el 2-2 definitivo que sabe a poco a los de Unai Emery y que puede significar un punto vital en la lucha por la supervivencia de los rayistas.
El derbi vasco por excelencia, el Athletic-Real Sociedad, se decantó, una vez más del lado guipuzcoano gracias a un tanto del brasileño Jonathas de Jesus a los diecisiete minutos. El equipo de Eusebio Sacristán sumó su cuarto triunfo seguido y se ganó el derecho a presentar su candidatura a los puestos europeos, en la que sigue el Athletic, aunque su tercer encuentro sin ganar le ha relegado a la octava plaza a tres puntos del Celta. El Valencia de Gary Neville completó su primera semana fantástica en mucho tiempo. Tras estrenar el casillero de victorias con el inglés ante el Espanyol y encarrilar el pase a octavos de la Liga Europa con goleada ante el Rapid de Viena, en Granada volvió a ganar (1-2), aunque gracias a su pegada y acierto ante un rival que mereció mucho más pero que perdonó y lo paga ocupando el último puesto de la tabla.
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