Dos goles en la segunda mitad de Lionel Messi pudieron ayer en Londres con un sólido Arsenal (0-2) y colocaron al Barcelona con un pie y medio en cuartos de final de la Liga de Campeones.
Los vigentes campeones, “superfavoritos”, como los definió el técnico local, el francés Arsene Wenger, cumplieron con las expectativas y se llevaron un triunfo claro del Emirates Stadium que, salvo sorpresa, deja al Arsenal otra vez fuera de la máxima competición. El 0-2 fue quizá demasiado castigo para unos ‘Gunners’ que hicieron frente al Barcelona durante 71 minutos, el tiempo que tardó en aparecer la magia de la llamada “MSN”. Mediada la segunda mitad, un contragolpe de libro liderado por Neymar y Suárez lo definió Messi para poner a los suyos por delante y para romper su fatídica racha de seis partidos sin conseguir ver portería ante el gigante Petr Cech.
Los aficionados del conjunto londinense, que sabían de la dificultad de la tarea, se aferraban al triunfo en la eliminatoria de 2011, cuando se impusieron por 2-1 gracias a los tantos de Robin van Persie y Andrei Arshavin, para mantener la ilusión antes del choque.
Sin embargo, los de Luis Enrique no dieron lugar a la sorpresa y, pese a irse al descanso con empate, consiguieron tumbar a su rival en apenas 12 minutos. En el minuto 71 la “MSN”, tímida hasta entonces, sentenció el partido: Neymar sacó el balón desde atrás en un contragolpe y enfiló el campo rival, lo cedió a Suárez y éste, después de llevarse a dos defensas, a Messi, que dejó sentado a Cech y anotó el primero de la noche.
Doce minutos más tarde llegó el 0-2, el tiempo que tardó en comenzar a vaciarse el Emirates, después de que Mathieu Flamini, en su primera jugada tras su entrada al campo, cometiera un infantil penalti sobre Messi que el propio “10” se encargó de transformar.
Misión cumplida para un Barcelona que no afloja el ritmo y que encadena una racha de 33 partidos sin conocer la derrota.
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