El brasileño Vinicius, autor de un gran tanto y asistente en otro, lideró ayer miércoles la reacción de Real Madrid, que dejó prácticamente sentenciada la eliminatoria de octavos de final de la Copa del Rey ante un Leganés que perdonó en el primer acto y desapareció en el segundo (3-0), el día del debut de Brahim Díaz en el equipo blanco.
En busca de sensaciones perdidas, con la segunda unidad añadiendo frescura y una mejoría física al juego, Real Madrid se reencontró con la victoria en un Santiago Bernabéu que sigue mostrando su desencanto en una grada que se vacía progresivamente. Encontró nuevamente la esperanza en Vinicius.
Las esperanzas de diversión del madridismo se reducen a Vinicius, de nuevo valiente en cada balón que tocó y que mostró que debe pasar un proceso de mejoría de elección en el final de las jugadas. Marcó cuando no tuvo tiempo para pensar. Suya fue la primera acción de peligro y su juego fue determinante para que los merengues ganen.
Ramos anotó el primero a los 44', de penal tras una falta a Vinicius. El 2-0 fue convertido por el jugador Lucas Vázquez a los 69.
Mientras que Vinicius sentenció la goleada a los 77 minutos de juego.
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